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El panorama parece ser desolador y, semana a semana, son más las empresas emplazadas en suelo pilarense que deciden reducir personal o efectuar suspensiones en medio de la crisis de consumo que afronta el país.
Los principales afectados son, sin lugar a duda, los trabajadores que ven comprometidos sus puestos laborales a los que desconocen si podrán regresar, impactando así directamente en sus bolsillos y en su capacidad de sustentarse a sí mismos y sus familias.
Una de las nuevas empresas que ha tomado esta decisión de suspender producción y personal es Ferrum, que desde hace meses venía con los despidos “por goteo”, como denunciaron los trabajadores y para abril ya eran más de 100 los empelados que habían perdido su trabajo.
La empresa, que desarrolla, produce y comercializa productos sanitarios, ha decidido recientemente que desde el 1 de julio paralizará por 90 días la producción. La decisión, sin embargo, podría adelantarse y comenzar a cumplirse mucho antes.
La medida responde a la crisis que atraviesa el sector de la construcción, que registró una fuerte caída en los últimos meses al igual que otras áreas, afectando así directamente a la demanda de los productos de Ferrum.
La compañía, como han hecho otras tantas, se dedicó estos meses a fabricar para realizar stock, pero con el freno del consumo, la acumulación de productos ya ha llegado al tope de lo que la compañía puede sostener.
De hecho, buscando evitar la suspensión, en primera instancia Ferrum tomó la decisión de quitar el servicio de limpieza, que se encontraba tercerizado. Al mismo tiempo, lo cierto es que hubo despidos, comenzando con empleados con sumarios, y luego a todos aquellos de quienes Ferrum creía podía prescindir del servicio, aunque tuviesen años de antigüedad.
En cuanto a cómo será la suspensión durante estos tres meses, la fábrica permanecerá con una guardia y aún está en discusión cómo y cuánto será el cobro de los salarios para los trabajadores que estarán suspendidos.
La decisión de Ferrum se ha visto replicada, anteriormente, en otras empresas de Pilar. La primera fue Whirlpool, empresa multinacional que redujo un turno de la producción y despidió a 60 empleados de su planta de Pilar por el derrumbe de las ventas de lavarropas.
Luego, fue el turno de FV, principal fabricante de grifería, que dispuso la suspensión por tres meses de unos 800 operarios en su planta de nuestro distrito.
Akapol, desde el 1 de mayo al 30 de junio, suspendió la producción afectando así a 150 trabajadores. Hasta fines de mes, los únicos empleados que quedan en planta son aquellos fuera del convenio y los de despacho.
Laboratorios Sidus, interrumpió de forma escalonada: en la última semana de mayo se suspenderá a la mitad de los empleados, mientras que, en la primera de junio, a la mitad restante. Para la tercera semana de junio, la suspensión del personal –un total de 160 personas– será total. Durante el período de suspensión, los trabajadores cobrarán su salario.
Finalmente, Fara –que fabrica placas y ladrillos refractarios-, suspenderá a sus trabajadores al menos, por un mes. En ese tiempo, los empleados percibirán el 75 por ciento del salario.
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