En un giro inesperado, la venta de las emblemáticas marcas Ariel y Magistral de Procter & Gamble (P&G) al grupo local Dreamco ha enfrentado dificultades que podrían poner en peligro la transacción. Este revés se debe en gran parte a la resistencia encontrada entre parte de los empleados de la empresa, quienes han expresado su oposición al traspaso.
Esta situación ha generado incertidumbre y colocado en jaque la operación completa, que incluye no solo las mencionadas marcas, sino también la planta del Parque Industrial de Pilar y la continuidad laboral de alrededor de 400 trabajadores.
El anuncio inicial de la venta, realizado en septiembre del año pasado, despertó tanto expectación como preocupación en el ámbito empresarial argentino. Ariel y Magistral, marcas ampliamente reconocidas y arraigadas en los hogares del país, cambiaban de manos en una transacción que prometía reconfigurar el escenario de los productos de consumo masivo. Sin embargo, el proceso de negociación se ha vuelto complejo, con una división evidente entre los empleados de P&G respecto a la venta y el cambio de propiedad.
La operación, cuyo monto total no ha sido divulgado públicamente, estaba próxima a concretarse cuando surgieron las primeras señales de tensión interna. A pesar del aparente acuerdo entre las partes involucradas, los rumores de disidencia entre los trabajadores comenzaron a circular, alimentando la incertidumbre sobre el futuro de la transacción. Si bien un sector de los empleados se muestra a favor del traspaso, otro grupo, respaldado por un sindicato de peso en el sector, ha expresado su rechazo y ha presionado para detener el proceso.
La resistencia de los trabajadores se produce en un contexto de cambio y revisión por parte de P&G en su operación en Argentina. A finales del año pasado, el holding anunció una revisión integral de sus actividades en el país, incluyendo marcas como Always, Gillette, Head & Shoulders, Oral-B, Pampers y Pantene, entre otras. Esta decisión se enmarca en la difícil situación económica y el entorno macroeconómico desafiante que enfrenta la compañía en Argentina, como señaló su CFO global, Andre Schulten.
Desde P&G, aunque no han proporcionado detalles específicos sobre los motivos detrás de la falta de condiciones para proceder con la venta, han afirmado que están explorando opciones sobre cómo avanzar en el tema. Por su parte, Dreamco, el grupo local encabezado por Jonathan Gerszberg, ha optado por el silencio ante las consultas de la prensa, dejando abierta la incógnita sobre el destino de la operación.
El panorama se complica aún más con la participación de los gremios Camioneros y Jaboneros, que han intervenido en las negociaciones y han añadido presión sobre las condiciones laborales y la continuidad del empleo en la planta de Pilar. En este contexto, la oferta a los trabajadores incluiría indemnizaciones y recontrataciones respetando los años de antigüedad de cada uno, pero nuevas exigencias han surgido, planteando un interrogante sobre el futuro de la operación y de los empleados involucrados.
La venta de Ariel y Magistral a Dreamco representaría un cambio significativo en la estrategia de P&G en Argentina y en el panorama del mercado local de productos de consumo masivo. Sin embargo, los obstáculos encontrados en el camino podrían conducir a un replanteamiento de la operación por parte del gigante global, que enfrenta presiones internas y externas en un contexto económico desafiante.
Mientras tanto, el futuro de la planta del Parque Industrial de Pilar y de los empleados que allí trabajan permanece en la incertidumbre, pendiente de una resolución que aún no encuentra un camino claro en medio de las negociaciones y las tensiones laborales.
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