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Reconocimiento de las problemáticas actuales, protección de humedales y medio ambiente, zonas industriales, construcciones más altas y distribución de beneficios económicos, son algunos de los pilares del nuevo proyecto.
Tras varios meses de trabajo por parte de expertos en el tema que llegaron desde la Universidad de Buenos Aires (UBA), la etapa de diagnóstico ha finalizado, y la elaboración de un nuevo Código de Planeamiento Urbano se encuentra en pleno proceso de confección de cara a lo que será su presentación en el Concejo Deliberante el próximo mes.
Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos por parte de la actual gestión, que, a su vez, ya carga con una negativa luego de los cruces en el recinto durante su presentación el año pasado.
Respecto a esta nueva idea que será discutida por los concejales, el Jefe de Gabinete, Juan Pablo Martignone, dialogó con Resumen para detallar algunas de las intenciones que se verán manifestadas. “El diagnóstico que se realizó describe todas las problemáticas que tiene el distrito en materia de planificación, y lo central es tratar de reconocer algunas cosas que pasaron en Pilar y no estaban contempladas en el código. Por eso es importante, por ejemplo, tratar de preservar barrios que tienen carácter residencial, y cuidar eso para que no cambien sus características actuales”, expuso el funcionario, en relación a un crecimiento dispar y poco controlado por las excepciones que se otorgaron a un código que rige desde el año 1985.
Entre otras cosas, el nuevo código tocaría “el tema de protección de los humedales, el medio ambiente, todo lo que tiene que ver con la línea de rivera y la protección del Río Luján. También tiene como cosa nueva -que estaba sugerido en el código del ‘85 pero finalmente nunca se había hecho- toda la traza de la red vial de Pilar, reconociendo lo que ya pasó, pero preservando para el crecimiento futuro los anchos de las calles y de las rutas, para que no vuelva a pasar que cuando se crece en densidad, las calles quedan chicas y el tránsito no funciona. Por eso en los lugares donde todavía hay posibilidades de corregir eso, se corregirá”, contó Martignone.
Por otra parte, se reconoce que se delimitarán de manera más ordenada las zonas industriales, se buscará permitir edificaciones de mayor altura en áreas cercanas a las estaciones del tren, y se intentará que el código sea lo más neutro posible económicamente hablando, por lo que en caso de que el propietario de algún inmueble se ve beneficiado por las nuevas disposiciones, parte de ese beneficio será destinado al Estado para que de esa manera pueda repercutir en todos los vecinos del distrito.
Finalmente, el Jefe de Gabinete pilarense señaló que “en general debería ser un código más simple que el actual, por lo que hoy no es posible leerlo de manera ordenada. Además, la idea es que se pueda establecer un pedido de revisión en un tiempo que sea de alrededor de cinco años, rever esas normas cada tanto para poder manejarlas de una manera más ordenada. Hoy en día las ciudades cambian muy rápido, los usos y las costumbres de la gente también se modifican, y la tecnología hace que cambie la forma en que se usa la ciudad de manera más rápida que en el pasado. Después de lo que ha pasado en Pilar en los últimos 20 años, es esperable que siga creciendo con tasas altas hacia adelante, y por eso debería haber una pronta revisión, para que no vuelva a pasar esto de convivir más de 30 años con un mismo código habiendo cambiado tanto el distrito en ese lapso”.
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