Un inquietante episodio, que mantuvo en alerta a los vecinos de Capilla del Señor, ocurrió el jueves pasado en horas de la noche. Un gato montés fue capturado por los propios vecinos, cuando este felino merodeaba por las inmediaciones de la localidad.
Todo ocurrió sobre el callejón que une ruta 39 con la ruta 6, zona cercana a las vías del tren. En un principio, se creía que el animal capturado era una pantera negra, pero desde la Dirección de Zoonosis de Exaltación de la Cruz salieron a aclarar que se trataba de un gato montés macho de pelaje negro.
El animal fue atrapado por un vecino que tiene un criadero de aves, a través de una jaula de trampa clásica para gatos. Este, se alimentaba de sus gallinas y es por eso que procedió a capturarlo. Por otro lado, los habitantes de la zona afirman que hay más ejemplares sueltos.
“No es un hallazgo, lo atraparon porque estaba provocando daños en una granja, pero el gato montés es autóctono de la zona, siempre hay este tipo de felinos ahí y más vale que van a encontrar más de su especie. No son amenazas, ya que son tan ariscos que huyen de las personas”, señaló Julieta Serna, coordinadora de Zoonosis.
Debemos recordar que, el gato montés está bajo la protección de ley de especie sensible. Es muy frecuente en sabanas, montes y a lo largo de las selvas en galería, principalmente, en los sitios arbolados o rocosos e incluso se lo suele encontrar en ambientes modificados.
“Me puse a disposición porque nosotros tenemos que llamar a fauna y ellos lo trasladan a reservas. No pude contactarme con quien lo atrapó, pero según me enteré, se les escapó, aunque yo creo que lo mataron. Al estar penalizado por ser especies protegidas, no nos van a decir que lo mataron”, comentó Serna.
Por su apariencia y tamaño, el gato montés puede confundirse con un gato doméstico, sobre todo en los frecuentes casos de melanismo. Mide entre 42 a 66 centímetros de largo (cabeza y cuerpo), más unos 24 a 36 de cola y su peso de 2 a 6 kilos.
“Pueden confundirse con gatos domésticos, pero son tan ariscos que casi ni se ven. Lo que tienen diferente son la cabeza y las orejas. Vamos a seguir encontrando, si no seguimos destruyendo nuestro ambiente”, concluyó Serna.
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