Luego de varias discusiones, se acerca la fecha marcada para el regreso de las clases presenciales. En ese marco, además de docentes y alumnos, quienes también se están preparando para la ocasión son los transportistas escolares, que como toda la comunidad educativa, vienen de un año repleto de desafíos.
Se trata de un rubro que se vio gravemente afectado por la ausencia de presencialidad en las escuelas producto de la pandemia de coronavirus, y a raíz de eso, las expectativas actuales son grandes y esperan ser cumplidas, para poder así retomar sus fuentes de ingresos.
En Pilar, la Asociación de Transportistas Escolares es presidida por Julio García, quien ante este escenario sostuvo que “la idea es que los chicos vuelvan a ser trasladados por los transportes escolares” una vez que se retomen las clases, y para eso “contamos con un protocolo del 60 por ciento de la capacidad del transporte, desinfección y la utilización de burbujas que serían de 15 chicos”.
De todas maneras, indicó que este no es como “años anteriores donde teníamos todo armado y preparado para trabajar. Hoy tenemos que ver si nos da la economía, porque serían tres días de trabajo y tenemos muchos gastos, pagar el seguro, la patente, el aumento de la nafta, todo es dinero”. Y además, añadió que también se debe contemplar “si los padres van a querer mandar a los chicos a clases o cómo van a querer trabajar los colegios, porque cada transportista tiene su colegio y tiene que adecuarse a como quieran trabajar ellos”. De todas maneras, aseguró que “nosotros estamos dispuesto a trabajar y mover las unidades”.
El uso de alcohol y la desinfección también será clave, pero una vez más, García manifestó que “es otro gasto que se agrega, ya que se debe desinfectar el móvil cada vez que bajen los chicos y antes de subir a un nuevo grupo. Pero esperamos que sea para bien. Necesitamos trabajar”
Por otra parte, el presidente de la Asociación de Transportistas Escolares de Pilar indicó que todo lo planificado estará “sujeto a lo que diga nuestro intendente y la gente de Educación de Pilar. Hoy nos basamos en los protocolos de la Provincia”.
Vale recordar que los más de 300 transportistas escolares del distrito sufrieron severamente la suspensión de clases presenciales en 2020, cortándose así su única fuente de ingresos. Sin embargo, desde la gestión municipal se firmó un decreto para que las habilitaciones de los trabajadores del rubro les permitan también cumplir como servicios contratados, y de esa manera, varios retornaron a la actividad con trabajos para fábricas del distrito. “Este fue uno de los municipios que de alguna forma u otra se asistió al transporte escolar”, admitió García.
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