El agua en Pilar es un problema histórico. Para quienes tienen el servicio de red con las altas temperaturas la presión no permite que los tanques domiciliarios se llenen y las familias pueden pasar días sin servicio.
Sin embargo, para aquellos que el servicio no ha llegado aún y dependen de perforaciones, la situación puede ser más crítica, como en el barrio Salas hace semanas que más de 90 familias no tienen agua debido a que las napas se han secado.
Analía Leguizamón, que hace poco dejó su banca en el Concejo Deliberante, recordó que en enero de 2021 desde el espacio se solicitó la conformación de una mesa técnica “que gestione las respuestas posibles y la asistencia inmediata para garantizar que cuenten con un suministro de emergencia de agua potable para las familias del barrio”, algo que nunca tuvo respuesta.
“Nunca hubo respuesta, nunca se trabajó en comisiones. Era un proyecto para armar una mesa de trabajo para ver cómo solucionar la problemática, que es distinto al de otros barrios porque mientras no llueva ellos estarán sin agua, más en esta época de calor”, explicó Analía Leguizamón a Diario Resumen.
Además, la ex edil expuso que “no se puede estar sin agua” y que además de llenar los tanques es importante que tengan agua apta para el consumo, sobre todo en estos tiempos de altas temperaturas. “Necesitan tener agua todos los días, que al menos el Municipio pueda ayudar con eso y sí o sí, sentarse y armar algo para solucionar lo que está pasando”, amplió.
A pesar de haber dejado su banca en el recinto, Leguizamón no ha dejado de estar cerca de los vecinos ni ante esta ni otras problemáticas y afirmó que se hará una nueva presentación. “Es un tema que veníamos siguiendo hace mucho, trabajé mucho con los vecinos de ahí. No soy ajena a lo que le pase a la gente de ese barrio y a los demás. Estamos trabajando con Jorge Juárez, que es uno de los primeros que fue a asistir a los vecinos. El objetivo es reflotar el proyecto, pero mientras tanto la gente necesita que se los ayude con agua que puedan tomar”, comentó.
Sobre las sensaciones de ver cómo, a pesar del paso del tiempo y de los intentos de la oposición de trabajar con el gobierno para solucionar los problemas de los pilarenses sin éxito, aseguró que el sentimiento principal es tristeza. “Uno se siente triste, porque acompañas a los vecinos, presentarlo en el Concejo, a la Defensoría del Pueblo. Es algo grave, con todo lo del COVID, los contagios donde uno también debe tener agua, lavarse las manos. Que no tengan agua, es muy triste”, dijo.
Por último, sobre el papel de AySA –empresa proveedora del servicio en Pilar– que afirmó haber hecho obras que beneficiaban a los vecinos de Pilar que sí poseían red y fue algo que no se tradujo a la realidad ya que muchos no tienen servicio, planteó: “las obras estaban programadas, no sé cómo lo siguen trabajando hasta ahora pero el agua en algún momento debe llegar. No puede ser que tengamos un Pilar con solo el 30 por ciento de gente con agua potable, ni hablar de cloacas. Hay que tomar esto para trabajar y poner empeño en los proyectos que estaban hechos. Esperemos que, como pasó con los centros de salud, que los continuaron. Lo que tenga que ver con políticas públicas que ayude a la gente, el gobierno que esté debe continuarlas y más cuando es agua y cloacas”.
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