Luego del carnaval, en el mes de febrero, se conoció que una joven de Manuel Alberti había sido secuestrada, mantenida cautiva por ocho días, golpeada y abusada sexualmente en reiteradas oportunidades.
La joven, de 26 años, logró escapar y realizó la denuncia, llevando así a la detención del principal imputado, identificado como Walter Olguín, de 39 años de edad. El detenido, quien en su declaración aseguró no estar involucrado en el hecho y se negó a brindar su ADN para cotejar, no actuó solo y la policía busca a sus dos cómplices.
Mientras el sujeto presuntamente continúa tras las rejas, se conoció la declaración de la víctima y el relato que hizo del hecho desde el momento en el que fue interceptada en la vía pública, en Manuel Alberti.
Eran las 9 de la mañana, en la intersección de Los Olivos y Anasagasti, cuando fue interceptada: “Subite que queremos hablar con vos”, le dijeron mientras la amenazaban, apuntándole con un arma de fuego.
A bordo del Chevrolet Agile fue trasladada hacia Moreno, donde la mantuvieron cautiva. “Tenemos fotos de tus hijos. Sabemos dónde viven. Los vamos a matar a ellos y a vos”, le gritaron cuando la obligaron ir a la cancha de San Miguel para presenciar un partido del torneo de la Primera Nacional, según indicó La Nación.
Además, el detenido y sus cómplices no sería la primera vez que cometen estos delitos y eso se lo dejaron claro a la víctima mientras la amenazaban. “Más vale que si llega a pasar algo, vas a la policía o algo, vos digas que no nos conoces, que no sabes quiénes somos ni nada, si llegas a hablar te vamos a matar a vos y a tus hijos, más vale que vos te eches toda la culpa, porque te vamos a hacer lo mismo que le pasó a una piba que nos quiso meter en cana y ahora ella está presa y esta meta pedir ayuda”, le aseguraban, según consta en el expediente.
La causa está en manos del fiscal Manuel Cayuela, de la UFI de Violencia de Género, quien solicitó la detención de Olguín. “En virtud de la peligrosidad del nombrado [por Olguin] y su actitud desaprensiva de las órdenes judiciales permiten inferir la falta de sujeción a la ley y amén de las conductas agresivas y amenazantes contra la víctima. Estas circunstancias ameritan la solicitud de detención que por este acto se efectúa, siendo indispensable para asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley”, explicó en el pedido.
Asimismo, fuentes de la investigación confirmaron que la joven víctima presentaba “lesiones compatibles con heridas de abuso sexual y todo tipo de golpes”. “También tenía marcas en las muñecas, que podrían haber sido hechas al haber estado maniatada con precintos plásticos”, agregaron.
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