El juez de Garantías de La Plata, Agustín Crispo, elevó este jueves a juicio oral y público la causa seguida al sacerdote Raúl Sidders, procesado y detenido con arresto domiciliario, bajo sospecha de haber abusado sexualmente de una alumna menor de edad, entre 2004 y 2008, en un colegio privado de La Plata.
Sidders, de 61 años, está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de su realización. Y doblemente agravado por resultar en un grave daño en la salud mental de la víctima y por ser ministro de algún culto. También le imputan corrupción de menores agravada porque abusó de alguien menor de 13 años.
El magistrado aceptó el pedido de elevación a juicio oral de la causa formulado por el fiscal Álvaro Garganta, y además rechazó un planteo de prescripción de la acción penal y un pedido de sobreseimiento realizado por la defensa del sacerdote.
Sidders, con 60 años, había sido beneficiado con la prisión domiciliaria a fines del 2020 a instancias de un Juez de Garantías de La Plata, pero la medida fue apelada. Tras algunos meses la justicia resolvió otorgarle este beneficio y el sacerdote se encuentra en una vivienda de la localidad de Zelaya, ubicada en la calle Comodoro Rivadavia, desde el pasado 19 de junio.
“Lleva puesta una tobillera electrónica con geolocalización, y tiene prohibido contactarse con Rocío, la mujer de la que abusó, que, en su momento, era una niña de 11 años”, informaron desde el grupo Vecinos de Zelaya Unidos, desde donde también indicaron que la vivienda en la que se encuentra el sacerdote, a pocas cuadras del pueblo, es de su hermana.
Según fuentes judiciales, las pruebas reunidas en la investigación acreditaron que entre esos años el hombre que “se desempeñaba como capellán de la Unidad Educativa ‘Monseñor Lodigiani’ -Colegio San Vicente de Paúl-, abusó sexualmente de una menor de 11 años al inicio de los actos, situaciones que acaecían en el patio de la institución y durante los recreos”. También se señaló que esas acciones generaron “un grave daño en la salud mental de la niña”.
También informaron que, tal como lo había planteado el fiscal que investigó el caso, Álvaro Garganta, los hechos descriptos fueron encuadrados legalmente como “abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de su realización doblemente agravado por resultar en un grave daño en la salud mental de la víctima y por ser el autor ministro de algún culto; y corrupción de menores agravada por resultar la víctima menor de trece años”.
El cura fue detenido en diciembre cuando lo trasladaron para la indagatoria. Pero la Justicia lo benefició con el arresto domiciliario por considerarlo de riesgo por afecciones cardíacas. Estuvo poco más de un mes detenido en una alcaidía platense.
Ahora el proceso quedó atravesado por un debate jurídico a partir de las cuestiones presentadas por el abogado del párroco, quien cree que los delitos prescribieron por el tiempo transcurrido entre los hechos que se le atribuyen y el inicio del proceso. Sin embargo, el juez Crispo, en una extensa y fundamentada resolución, descartó el pedido. (DIB)
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