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Con la llegada de la Navidad, la ilusión de los más pequeños por la visita de Papá Noel va en aumento. Con horas de análisis y dedicación las cartas comenzarán a escribirse y pedirán aquello que más desean recibir.
Esas cartas quedarán debajo del árbol a la espera de que Papá Noel se las lleve y traiga luego los regalos. Pero, ¿existe un lugar físico a donde podamos enviar las cartas? Sí, y está ubicado en la ciudad de Rovaniemi, en Finlandia.
Es el parque temático Santa Claus Village y allí ha llegado un pilarense, Nahuel Ríos de 39 años, quien hace seis años vive en Finlandia, pero ha llegado al parque para trabajar como maletero y es el único argentino que allí reside.
El complejo turístico es tan fascinante que, quienes deseen hospedarse allí, tienen que hacer reservas con dos años de anticipación.
“No es para cualquiera venir a este lugar de Laponia donde hospedarse arranca en 600 euros la noche y días atrás tuvimos una sensación térmica de -37° C, vientos fuertes y una nevada impresionante”, dijo Nahuel, según reportó Infobae.
La aldea está atravesada por el Círculo Polar Ártico: “Marca la latitud más meridional donde el sol puede permanecer continuamente por debajo o por encima del horizonte durante 24 horas”, contó Nahuel.
“Ahora estamos en la etapa previa a lo que es la noche polar. Por eso digo que diciembre no es la mejor época para venir, más allá de lo que significa este mes festivo en el mundo entero. El sol no se ve prácticamente en todo el día y las nevadas se vuelven abundantes hasta febrero. Lo que sí hay son auroras boreales”, describió Nahuel.
El lugar abre sus puertas de 10 a 18 y llegan niños de todo el mundo en busca de una fotografía con Papá Noel, así como también, quieren dejarle su carta para la Navidad.
Además, llegan cartas de todo el mundo. “Llegan millones de cartas de todo el mundo, incluso desde Argentina, y hay personas designadas especialmente para responderlas en el mismo idioma en que fueron escritas. Se les envía una postal con el sello oficial”, dijo.
Dentro del parque también se puede recorrer la cabaña de la Señora Claus, esposa de Santa, donde se invita a los visitantes a fraternizar con gnomos, entonar villancicos, hornear y decorar galletitas de jengibre.
Por otro lado, se puede patinar sobre hielo, aprovechar los saunas de nieve, dar paseos en trineos, recorrer senderos que se dirigen hacia los rápidos del río Raudanjoki y las cascadas Vaattunkiköngäs y Vikaköngäs, que atraviesan la zona.
De la misma forma hay más de 24 ofertas gastronómicas dentro de la aldea, con distintos tipos de comida.
En la villa hay un total de 280 cabañas, todas ambientadas con temática navideña.
Nahuel vive en Finlandia desde 2016 junto a su pareja finlandesa, Kati, a quien conoció en Buenos Aires. Antes de instalarse en Rovaniemi, residió en Helsinki y en Feinmark, justo en la frontera con Noruega.
Su día comienza a las 8.30 y finaliza a las 16.30, aunque aprovecha para realizar horas extras. Actualmente, el pilarense recibe 17 euros por hora: “Arranqué con un contrato semestral el 1 de noviembre, con la posibilidad de volver a renovarlo”, contó.
El objetivo de Nahuel es visitar pronto Argentina para poder estar con su familia por lo que ahorra el 95 por ciento de los ingresos, ya que no paga por alquiler ni comida.
“Mi idea es estar seis meses en Finlandia y seis meses en Argentina. Hacer la temporada acá, ganar en euros e irme allá a disfrutar de la familia y los amigos”, mencionó.
Por último, aseguró: “Yo la remé un montón. La gente, la cultura, el idioma, el clima, la comida no son un ecosistema para cualquiera. Si vos me preguntás cuál de los dos países elijo, me quedo con Argentina. Solo vine acá por razones económicas y espero que algún día esa situación se pueda revertir”.
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