La fiscal de Responsabilidad Penal Juvenil dialogó con Diario Resumen sobre los chicos de la calle y la necesidad de que exista un trabajo en red para lograr recuperarlos.
La adolescencia es, sin dudas, una etapa de descubrimiento, de revelación hacia las figuras de autoridad. Una etapa compuesta por luchas internas y externas, en la búsqueda del lugar de pertenencia.
Pero, ¿qué pasa cuando esa lucha se sale de control?, cuando no hay padres presentes, cuando si los hay, pero no hay forma de frenar el deseo adolescente de trasgredir ¿Qué pasa si, los adolescentes atraviesan además, grandes situaciones de vulnerabilidad? ¿Y si están en la calle?
Paula Romeo es la titular de la UFI de Responsabilidad Penal Juvenil del distrito y dedica su vida a tratar con adolescentes que han trasgredido las reglas al punto de tener conflictos con la justicia: desde hurtos a robos con armas, hasta homicidios.
El caso de B.M, atacado por su novia y conocido recientemente abrió la puerta a la realidad de los llamados “chicos de la calle”, aquellos de los barrios más vulnerables y postergados, con familias disfuncionales, que salen al mundo a rebuscársela o sucumben a la desgracia.
La fiscal, aseguró a
Diario Resumen que en Pilar lo que falta es un real compromiso con las infancias y adolescencias, para que estos chicos que no tienen posibilidades ni ven un futuro, puedan tener chances de cambiar ese destino que parece estar escrito.
B.M abre la discusión sobre el accionar de las instituciones y las familias de los adolescentes vulnerables.
No están en la calle porque sí, sino porque nadie los va a buscar
El caso de este chico, no es el único. Veo hace tiempo que hay un momento en la minoridad, en un término etario donde nadie hace nada por ellos. Porque de los 0 a los 10 años más o menos los pueden contener a los chicos abandonados, que dan vueltas, en hogares de asistencia y después de alguna u otra manera la justicia resuelve.
Después de que tienen 18, al ser adultos, si siguen con la misma política terminan en alguna comisaría, presos. Pero el problema está entre los 10 y 17, donde los chicos se revelan por la propia adolescencia, no se dejan ayudar a veces y tampoco hay ningún organismo que se ocupe.
¿Dónde está el eje del conflicto?
El problema que veo es que muchas veces, en el 90 por ciento de los casos de los chicos que están en la calle, no hay una familia contenedora. No están en la calle porque sí, sino porque nadie los va a buscar.
Nos pasa que muchas veces estando en la comisaría pero nadie los va a buscar. Esa circunstancia se pone en conocimiento de los servicios de asistencia que desde 2009 están a cargo de los municipios.
Antes el juez de menores se encargaba de todo: de los chicos de la calle, los chicos abandonados, los de hogares y los chicos delincuentes. Esto fue desterrado, diciendo que era una barbaridad, que el juez era como el padre, que no podía tener esas atribuciones, que se cometían excesos porque por un hurto los tenían internados hasta los 18.
La mayoría de los chicos que en Pilar van al colegio, no delinquen
Podría llegar a ser, y para evitar esos excesos ahora se los judicializa y lo que es asistencia se trabaja en la parte administrativa, que es el Ejecutivo pero no da respuestas, no las dio antes, y no las da ahora.
¿Por qué crees que no dan respuesta?
Evidentemente o no tiene los recursos o no les importan. Deberían haber más comunidades terapéuticas que trabajen con convenios con el Estado o que sean del Estado.
Ese chico vive solo, está solo, en la calle todo el tiempo, esa es su realidad, lo que conoce.
Por un lado piden a gritos asistencia, porque cometen desmanes, se exponen, se hacen ver, cometen hechos ilícitos, pero en el momento en que les preguntan si se quieren internar, no quieren.
A veces lo que falta son aquellas que tengan multitratamientos no solo de droga, sino psicológicos.
¿Por qué multitratamientos?
Acá pareciera que nadie trabaja en red. Tenemos diez dependencias, que una se encarga de adicciones, otra de niñez, otra de salud
Porque muchas veces esos chicos ya vienen con una carga desde que nacieron de falta de alimentación, pueden tener retrasos madurativos que se detecten en ese mismo momento, tienen una batería de cosas para trabajar.
Muchos no escolarizados, dejaron uno o dos años antes de ir al colegio. A veces me pregunto, qué pasó con esas instituciones, con el colegio, que dejó de ir, ¿alguien se preguntó por qué?
Después, el problema está ahí porque cuando intentas meterlo nuevamente en un circuito legal y querés que vaya al colegio, o que haga actividades, no es fácil conseguir vacantes.
En el contexto actual, ¿es difícil encontrarle vacante en las escuelas?
Si bien dicen que la escuela es inclusiva, quizás terminan en escuelas a donde va “el desecho” de todos aquellos que están dando vueltas, no los quieren en ningún otro lado y van allí. En vez de encajarlos con grupos heterogéneos, no, van todos los excluidos a ese lugar.
Con los planes FINES, Aceleración, pueden llegar a integrarse pero, también pasa que no se los puede anotar en escuelas de adultos porque son menores, pero tampoco pueden ponerlos en secundario porque quizás tienen que hacer primer año y ya tienen 16. No pueden estar con los de 13. En la parte educativa, no hay donde incluirlos.
¿Qué importancia tiene para vos la escolarización en estos casos de chicos problemáticos?
La mayoría de los chicos que en Pilar van al colegio, no delinquen. No cometen cosas graves, más allá de una infracción, porque es un lugar en donde terminan conteniéndolos por lo menos en Pilar.
Cuando los tengo con armas de fuego o cosas graves es porque dejaron el colegio hace rato, empiezan a vincularse con otros adultos, con otros chicos que están en la misma situación y ya pasan de entrar a una casa deshabitada a robar con armas. Eso no es de un día para otro, y en ese tiempo que pasa, ves que no podes incluirlos en ningún lado.
Estos chicos necesitan un lugar donde desarrollarse. Hacer deporte, que es una de las cosas desaprovechadas en Pilar
¿Es igual de problemático con los que consumen?
Si, los chicos que fuman marihuana aunque sea poco, los que consumen alcohol, pastillas. Mezclan mucho.
Lo que consumen es de mala calidad, es mucha basura, los estupidiza. He visto chicos que los ves y miran al vacío, no tienen mirada fija, no pueden armar una oración, llevar una conversación.
Después de un tiempo, institucionalizados, son otras personas. He visto ese cambio y lo veo con los chicos detenidos, los ves el día uno que no articulan palabra y después de un año pueden pensar, decirte qué les pasa, qué quieren. Se les asegura esa escolarización porque cada lugar que aloje menores tiene la obligación de hacerlo, a diferencia de las cárceles, que tienen cupos limitados.
Adentro o afuera, en estos lugares, deben ir al colegio, pero me pregunto si para restituirle derechos tengo que si o si pasarlo por el sistema penal.
¿Sirve que estén institucionalizados, siendo tan pequeños?
Esas mismas instituciones u otras que se dediquen a chicos de la calle, o que están en alto grado de vulnerabilidad hoy no saben cómo tratarlo.
Por eso están estos lugares en donde en un primer momento, no hay visitas los 45 o 60 primeros días porque cuando están en desintoxicación están muy agresivos, tienen síndrome de abstinencia, frío, fiebre, síntomas físicos, si ven a sus familias los insultan, pueden pegarles.
Pero después de ese tiempo, toman conciencia de lo que pasa, de lo mal que les hizo ese camino. Recién ahí, empiezan a pensar en un futuro. Si los ves en las calles, no piensan en el futuro, no les importa, y lo que quiero dar a entender es que no les importa pero tampoco le importará la vida del otro, los bienes del otro. No pueden empatizar.
Pero, nadie se ocupa de estos chicos, después tenemos un homicidio cometido por un menor y sabíamos que ese chico estaba en esa situación y nadie hizo nada.
Un país que no se ocupa de los ancianos y de los niños, está destinado al fracaso. Si no miramos de los 18 para abajo será un problema
¿Quién actúa en estos casos, entonces?
Ni la escuela hace algo para recuperarlo, ni nosotros encarcelarlo porque no cometían delitos graves porque si es grave, seguro estará judicializado y controlado.
Pero me resisto a tener que esperar esto, estar con el reloj, como se hacía antes en la comisaría que decían que se esperaba a que cumplan los 16 y, si cometían algo antes de esas edad que no eran punibles, no lo comunicaban.
Le decían a la gente que no denuncie porque eran menores. Les dije que nosotros trabajamos con esos menores, que tenemos citaciones, los buscamos, hablábamos con las familias y hay un trabajo.
El Código Procesal dice que si un chico es inimputable por la edad, habiendo cometido un robo grave, el fiscal podrá pedir el sobreseimiento. Significa que la causa penal se terminó, no tengo jurisdicción para hacer nada, entonces no debemos usar la Ley 13.634 que es la penal sino la Ley 13.298 que es la de asistencia.
Si la lees, ¿a quién le corresponde? a los servicios locales de protección de derecho. Dónde están esos servicios, dependen de las municipalidades. En este caso, se llama Dirección de Niñez.
¿Qué pasa cuando lo notificas al organismo correspondiente?
Se notifica a Niñez, al Juzgado de Familia por si debe controlar, a la Asesora de Menores para que active el hecho y ahora está el Abogado del Niño, que tiene intervención para representar esos derechos cuando no hay un adulto responsable.
Todos esos organismos, pareciera que les llegan los papeles, los dejan, citan. Pero si te pasa que tenes un chico de 14 o 15 que nadie lo busca en comisaría un viernes o sábado a la noche, le dejan una notita para que llegue el lunes y, el lunes, no lo encontras más.
Me he peleado con gente de Niñez, cuando los llamaba y les preguntaba si se acordaban de casos que estábamos buscando, que nunca podían encontrarlos y justo estaban en comisaría. “Son más de las 3 de la tarde, ya nos fuimos, lo atienden en el teléfono de guardia”, me dicen pero tenemos el problema ya.
No lo encuentran en la casa porque está en la calle.
Desde tu experiencia, ¿qué pensas que está fallando?
Acá lo que falta, es una red. Que vaya la asistente social, vea en qué condiciones vive, qué necesita, si lo ve sucio o con heridas, con problemas de salud, que sea llevado a la salita para que lo revisen.
Que se pueda hacer una conexión con Acción Social, para que por ejemplo puedan facilitarle materiales. Interrelación con la Secretaria de Adicciones para que den turno en el momento, cuando los tenemos acá.
Acá pareciera que nadie trabaja en red. Tenemos diez dependencias, que una se encarga de adicciones, otra de niñez, otra de salud. Pero en lo que es Niñez, es trasversal a todo. Debería haber un referente de adicciones en el momento, otro de salud, otro de acción social.
Necesitamos una red que pueda contener esa situación de urgencia y abandono en la que está esa persona, pero no hay.
Me hablaste antes de la problemática de los lugares, ¿también se da cuando solicitas que se busque espacio?
Sí, porque los referentes te dicen en este marco de edad que no pueden meter en un hogar convivencial a un chico “adicto”. Y yo me pregunto qué hacemos, ¿lo dejamos en la calle? ¿Que vuelva con el amigo que le da la droga? ¿Qué hago?
Me dicen que si es adicto no se puede. Y no sabemos si lo es, sí sabemos que consume alcohol y alguna otra droga seguro porque ya de estar en la calle, el 90 por ciento de ellos, de alguna forma lleva a que hayan consumido pero no sabemos cantidades, cuanto, si todos los días, no sabemos qué margen de alteración puede tener.
Pero si es adicto no pueden ponerlo, entonces, no hay dispositivo para tener alojado a un chico de entre 13 y 17 años, que refiere consumo de marihuana, pastillas o alcohol.
Menos si ese consumo lo llevó a problemas psiquiátricos. Lo llevamos a un hospital, que no están preparados para eso que, por la Ley de Salud Mental, todos los hospitales de agudos deberían tener un sector psiquiátrico pero nadie lo preparó y es de 2012 la ley.
La Ley de Salud Mental, ¿no especifica si los tratamientos pueden ser obligatorios en estos casos?
Por eso digo que debería ser transversal la minoridad. En su Artículo 25, cuando hay un chico que debe ser internado, si es menor de edad, debe ser siempre compulsiva. No se le pide permiso.
Si el chico no quiere, no pueden internarlo porque lo único que hay como dispositivo es una comunidad terapéutica abierta, es lo que ofrecen.
Entonces, ¿qué se hace?
Ahí está la pelea. Salud no lo atiende, que lo vea Niñez. Niñez no lo atiende, que lo vea Salud. El chico se fuga del hospital y a salud no le importa porque clínicamente, está bien. Está estable, pasó el brote, no es peligroso para sí o terceros porque hace una semana que está medicado, sedado. Ya no es peligroso, para que internarlo.
Y Niñez dice que es tema de Salud. Se tiran la pelota y el chico, otra vez en la calle.
¿Qué pensas que se debería hacer?
Yo no digo que todos merezcan internación. Hay respuestas para cada caso en específico, pero el problema es que ahora no hay ninguna respuesta o no es suficiente.
No hay un acompañamiento, sobre todo en ese rango de edad. Hay un tiempo que necesitan una comunidad cerrada para que después sí se derive a una comunidad abierta para que no se escapen en el período de desintoxicación.
No es sencillo, debe haber una concientización para que quieran salir.
¿Es muy difícil, desde lo que ves, hacer este trabajo en red que planteas?
No estamos en un conurbano denso. Acá sabemos quiénes son, nombre y apellido. No hay muchos chicos en la calle en Pilar, el operador de calle, los chicos que trabajan en la Iglesia, saben quiénes son. ¿Dónde están los organismos estatales que trabajen a la par con esta gente que los ayuda?
Ellos pueden hablar de cada uno, pero preguntas en Acción Social o Niñez y no saben quiénes son. Se puede trabajar porque es un número manejable.
Es un círculo vicioso, sin respuesta ¿Qué hacemos, esperar que se mueran, que se maten, o bueno que tengan 18 y ahí nos ocupamos?
¿Qué observación podes hacer del sistema actual y del futuro que esto nos depara?
Estos chicos necesitan un lugar donde desarrollarse. Hacer deporte, que es una de las cosas desaprovechadas en Pilar.
Algunos institutos tienen campos que no aprovechan, hay que generar espacios de deporte porque genera encuentro, sociabilización, generar espacios sanos. Tener un polideportivo, donde puedan reunirse.
Poder conseguir becas en clubes, que haya profesores, guías, gente que los contenga. Así, los sacas de la esquina, haces que ese ámbito de reunión sea algo sano, libre de drogas. Que los delegados de calles, que son tantos, busquen a los chicos para ir a jugar.
Un país que no se ocupa de los ancianos y de los niños, está destinado al fracaso. Si no miramos de los 18 para abajo será un problema.
Algo hay que hacer, buscarles una ocupación, sacarlos del ámbito de vagancia y ¿cómo generas esto? yéndolos a buscar todos los días, generar vínculos y afectos. Los chicos van a volver al lugar donde son bien tratados, donde les dan apoyo, ahí vuelven.
¿Por qué crees que esto que planteas no pudo aún lograrse?
Nadie invierte tiempo o recursos en darles atención, escuchándolos. Tenemos que poner el ojo en la niñez, sino que país vamos a tener en 20 años, cuando los chicos de 10 tengan 30, sin oficios, sin estudio, sin capacitaciones, qué van a hacer, a qué se dedicarán.
Si cada uno hiciera bien su trabajo, las cosas estarían un poco mejor. No es solo en Pilar, es en toda la provincia, en el país. Yo acá, no veo a nadie que le interese el tema y trabajan en esto.
No veo trabajadores sociales compenetrados, que quieran una solución. Si trabajaran a conciencia, harían la red que propongo.
Es una historia repetida, no se termina con un chico o este año, no es algo que ocurre ahora, es de hace bastante tiempo.
Para mí el foco, está ahí. Cualquier política de estado que no contemple una salida, que es generarle posibilidades de lograr algo. Posibilidades de un lugar donde estudiar, donde dormir, donde atender su salud. Las cosas básicas. Sino, estamos destinados al fracaso.
Luz Castro
Dejar un comentario