Este lunes, TecnoRAEE, la cooperativa pionera en el reciclaje de residuos electrónicos, llevará a cabo la última donación del año de equipos tecnológicos refuncionalizados. La actividad se realizará a las 10 en su planta de Lagomarsino, ubicada en Costa Rica 4261, donde se beneficiará a instituciones sociales y del sector público.
Esta iniciativa refleja cómo la inclusión social puede ir de la mano con el desarrollo sostenible. La cooperativa tecnológica realizará la última donación del año de equipos informáticos reacondicionados.
TecnoRAEE, una cooperativa comprometida con la sostenibilidad y la inclusión social, es un modelo de cómo el trabajo ambiental puede vincularse con la reinserción laboral. La planta, ubicada en Lagomarsino, fue creada por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y funciona en conjunto con la Subsecretaría de Ambiente de Pilar. Desde su inicio, la entidad demostró que es posible darles un nuevo significado a los residuos tecnológicos mientras se generan oportunidades para quienes más lo necesitan.
El proyecto se centra en la recolección, reacondicionamiento y reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), convirtiendo materiales desechados en equipos informáticos funcionales. Además, busca integrar socialmente a personas en situación de vulnerabilidad, como aquellas que atravesaron el sistema penitenciario. “Esta cooperativa le da trabajo a personas que estuvieron en la cárcel, insertándolos en la sociedad”, explicó Gonzalo Pérez, presidente de TecnoRAEE, en charla con Resumen.
La planta, la primera de este tipo habilitada en la provincia de Buenos Aires, no sólo recicla residuos electrónicos, sino que los transforma en herramientas útiles para organizaciones sociales, escuelas y otras entidades del sector público.
Este lunes a las 10 se llevará a cabo la cuarta y última donación del año, reafirmando su compromiso con un desarrollo sostenible y la reducción de la brecha tecnológica.
Cada equipo donado cuenta con un proceso detallado de reacondicionamiento que garantiza su funcionalidad y extiende su vida útil, evitando así que toneladas de desechos electrónicos terminen en basurales, generando contaminación ambiental.
En un mundo donde el consumo masivo genera toneladas de residuos, proyectos como este destacan como ejemplos de innovación y compromiso. Con el apoyo del sector público y la colaboración de quienes integran esta cooperativa, se demuestra que es posible construir un futuro más equitativo, donde nadie quede fuera y los recursos sean aprovechados al máximo.
Esta institución cierra su año con un mensaje claro: el trabajo conjunto y el compromiso social pueden transformar vidas, generar impacto ambiental positivo y, al mismo tiempo, construir puentes hacia una sociedad más justa y sostenible.
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