Todo se encamina para que el centro pilarense vuelva a darle la bienvenida a un clásico de décadas pasadas. Con el Teatro Gran Pilar funcionando de manera exitosa, la renovación cultural ahora estará acompañada por la gastronomía para algunos nostálgicos de la mano de Kaskote.
Es que la recordada confitería de los ’70 que cerró sus puertas en el año 1992 encontró quien tomará la posta para el glorioso regreso en su locación original frente a la Plaza 12 de Octubre, debajo del mencionado teatro.
“Hace un par de meses que comenzamos con la obra y se va a terminar el mes que viene. Ahora estamos en proceso de juntarnos a charlar con vecinos de Pilar que puedan contarnos más sobre la historia de cómo era la vida nocturna que había en la década de los ’60 y ’70, y cómo era en ese entonces Kaskote, para recrear lo más parecido posible el centro en aquellos días”, contó Jeremías Díaz, cuya familia se encuentra al frente del proyecto.
Por otra parte, en diálogo con Resumen señaló que “la idea surgió de a poco. Dentro del grupo de quienes reinauguraron el Teatro Gran Pilar está mi papá, y con él empezamos a pensar en la idea de armar en la planta baja -donde era la galería y paseo de compras- un patio gastronómico. No sabíamos bien qué hacer, estaba la posibilidad de alquilarlo a distintas empresas, pero al final decidimos encarar el proyecto nosotros mismos y reabrir la confitería Kaskote con cocina argentina y tradicional para hacer un viaje en el tiempo”.
En ese sentido, explicó: “Vamos a hacer platos tradicionales de cocina argentina, cocina de inmigrante, reversionados. El menú va a estar a cargo de Martín Pons, que tienen una carrera prolifera trabajando en varios restaurantes de Buenos Aires y Uruguay. Vamos a salir todos los días con desayuno, almuerzo, merienda, va a haber tragos, coctelería y con la cena también está la idea de hacer shows de tango y jazz en vivo. Queremos que sea no solo un lugar para venir a comer, sino también un atractivo para pasar el rato y reunirse como era Kaskote en su momento”.
Díaz planteó que parte del objetivo es seguir dando vida al centro pilarense, un proceso que comenzó con las obras de puesta en valor y al que también se han sumado diferentes emprendimientos privados.
“La idea con el teatro, la intervención a la plaza y demás, es seguir reactivando el centro de la localidad y que el espíritu vaya contagiando a la gastronomía con nuevas opciones. Nosotros tomamos la posta con esa idea, y en nuestro caso queremos ofrecer los platos que comían históricamente nuestros padres o abuelos cuando salían por Pilar. Ir a comer una tortilla de papa, la milanesa u otros platos tradicionales, pasando por la pastelería que vamos a tener con elaboración propia o tomarse un trago típico como el vermut. Cosas que se estilaban al salir a comer antes, para volver un poco esas costumbres y poder experimentar lo que hacían generaciones pasadas”, destacó.
Finalmente, expuso que, dados los avances de las obras, esperan poder comenzar con pruebas durante agosto y reabrir las puertas de Kaskote al público para mediados del mes de septiembre.
Los emprendedores se encuentran en la búsqueda de personal. “Buscamos tanto para salón como para cocina, gente con o sin experiencia, simplemente que le guste cocinar y con ganas de aprender y formarse con el equipo en un emprendimiento muy prometedor. Tenemos 250 metros cuadrados, vamos a tener producción propia de todo, incluyendo la pastelería, platos, postres y demás. Vamos a sumar alrededor de 30 personas para poner en marcha esta experiencia, con ganas de que la gente pueda volver a Kaskote”, cerró Díaz.
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