Falleció la destacada farmacéutica y vecina de Pilar, Luisa Domenech

En horas de la madrugada del viernes falleció a la edad de 85 años la destacada farmacéutica y vecina de Pilar, Luisa Josefa Domenech, quien venía padeciendo problemas de salud desde hace tiempo, a partir de dos ACV que no pudo superar. Sus restos recibieron cristiana sepultura en el Cementerio Parque Memorial de Pilar.

Luisa había nacido en Chascomús el 18 de noviembre de 1936, ciudad bonaerense donde también nacieron sus hermanos “Coca”, y “Mimo”, como se los conoce cotidianamente en Pilar.

Su padre, Don José Dalco Domenech, trabajaba entonces en la farmacia de los padres de quien, en 1983 sería el primer presidente de la Argentina electo en el retorno de la democracia, Raúl Ricardo Alfonsín, con quien trabó una gran amistad. Prueba de ello, las visitas a su casa cuando el mandatario nacional llegaba a Pilar para cumplir con algún compromiso oficial.

Impulsado por sus patrones, Don José Dalco estudió como “Dependiente Idóneo en Farmacia”, tal el título que se otorgaba en aquellos años para autorizar la apertura de un comercio de ese rubro en los pueblos donde no los había. Fue así entonces que con la ayuda de los Alfonsín y de su familia, instala una farmacia en la ciudad de Pila, lindera a Chascomús, desde donde con su vehículo particular distribuía en los campos de la zona remedios a domicilio, tal como se estilaba en aquel entonces.

En 1943, Domenech y familia deciden volver al pueblo natal de Don José y fue entonces que instala en la propiedad adquirida con el fruto de su trabajo y la ayuda de algunos amigos, su propia farmacia, justamente sobre la calle Hipólito Yrigoyen, a escasos metros de San Martín y frente a la plaza principal de su pueblo, Pilar.

Sus hermanos deciden emprender otras profesiones alejadas de la bioquímica: Nélida (Coca) elige estudiar abogacía y José (Mimo) la docencia. Solo Luisa (La Negra), decide seguir el camino profesional de su padre, convirtiéndose en una de las primeras mujeres de Pilar en tener acceso a educación superior. Empezó a estudiar farmacia a los 14 años en la Escuela de Farmacia, perteneciente a la Universidad de Buenos Aires. Fallecido su padre, continuó al frente del negocio familiar hasta pasados los 80 años en que decide retirarse de la actividad y vender el fondo de comercio de uno de los más tradicionales locales comerciales de Pilar que permaneció más de 70 años en el rubro farmacéutico.

Pero no solo emuló a su padre en lo referente a lo profesional, también como Dalco, en Luisa predominó un espíritu solidario y una firme convicción católica. Recordemos que Don José Dalco fue el propulsor y fundador del Hogar de Ancianos Silvio Braschi, prestigiosa institución que hasta la actualidad se ocupa de dar cobijo y asistencia a casi un centenar de abuelas y abuelos en sus amplias instalaciones de Tucumán y Belgrano, pleno centro de nuestra ciudad.

Luisa integró la Congregación La Legión de María, entidad desde donde comenzó a realizar obras en favor de los sectores más postergados de nuestra comunidad. De esa manera hace 50 años creó la guardería Nuestra Señora del Pilar, en Alsina y Tucumán, con la idea de dar cobijo a los hijos de mujeres de bajos recursos que debían salir a trabajar. Fue un proyecto elaborado en conjunto con el recordado padre José María Jaime, logrando que el primer edificio se construyera con los fondos que la comunidad de Pilar aportara a través de una recordada maratón radial solidaria, organizada y conducida por el periodista y locutor Roaldo Barbesini, propietario de Difusora América. Al lugar llegaron a concurrir diariamente, de lunes a viernes, más de un centenar de niños.

Diez años después crea el Hogar para Madres Solteras, en una casa de Villa Buide. Lamentablemente, el gobierno provincial le quitó las becas a partir de las cuales se sostenían estos proyectos y debió cerrar ambas entidades.

Por suerte el jardín de infantes “Nuestra Señora de Luján”, anexo de la guardería, pudo continuar gracias a un convenio suscripto en su oportunidad con el colegio ‘Nuestra Señora de Luján’, que no tenía Nivel Inicial, haciéndose cargo del jardín.

A pesar de las adversidades, Luisa no claudicó en su fecunda labor por los sectores más postergados de la comunidad pilarense y siguió coordinando la Casa de la Red Sanar en Tucumán y French desde donde se ofrecía atención gratuita a personas con problemas mentales y aparte se coordinaban trabajos en conjunto con otras entidades afines como las Madres del Dolor.

Oscar Orlando Mascareño