Si bien venía sufriendo una grave dolencia desde hacía tiempo, no dejó de causar tristeza y estupor en la comunidad pilarense la noticia del fallecimiento del reconocido comerciante del rubro gastronómico Rubén Belatti, a la edad de 72 años. El fallecimiento se produjo a las 4 de la tarde de hoy en la Clínica Fátima de Pilar donde se encontraba internado.
Según informo la Casa de Sepelios Ponce de León, encargada del servicio, la familia decidió que los restos de Belatti sean directamente cremados el día de mañana en horario a confirmar en el Cementerio Parque Recoleta de Del Viso.
Rubén Heriberto Belatti nació en Pilar el 15 de septiembre de 1949, integrante de una tradicional familia pilarense. Su padre tuvo una sastrería sobre la calle Lorenzo López, frente a la actual ubicación del banco de Galicia, a metros de la plaza 12 de Octubre, donde años antes había funcionado la Comisaria de la ciudad. El joven Rubén continuó con la profesión de su padre y se empleó en Casa La Reyna de Tono Aon, hasta que a principio de los ’90 decidió emprender su propio negocio de venta de ropa masculina en un local del Paseo Bianea, en la calle Chacabuco, mientras que su esposa Silvia hacía lo propio en un local contiguo, vendiendo indumentaria de primeras marcas para niños.
En esa época el canal PTC se había instalado en el edificio donde hoy funciona el Centro Cultural Federal y los conductores de los noticieros y programas del canal, se vestían con la indumentaria de Belatti.
A principio de los 2000, Rubén y Silvia tomaron una audaz decisión y cambiaron de rubro, instalando un restaurante en la recordada “Galería Rosa” de San Martin e Hipólito Yrigoyen, que bautizan con el mismo nombre del Paseo: Restaurante Pilar Plaza, lugar que enseguida entró en la predilección de los pilarenses, encantados con la original idea de sus dueños de utilizar el mismo patio de la galería como lugar para servir los almuerzos y cenas con una amplia y deliciosa carta.
Por supuesto el lugar gastronómico contaba también con un amplio espacio interior muy bien ornamentado y la cálida atención de sus propietarios. Pero a finales de 2015 llegó una noticia que cayó como un balde de agua fría entre todos los locatarios de la galería. El dueño del solar les informó que había vendido el lugar a una cadena de tiendas departamentales de capitales mexicanos: Coppel y debían dejar los locales a fines de diciembre de ese mismo año.
El matrimonio Belatti, comenzó a buscar entonces contra reloj un lugar para reinstalar el restaurante, en un lugar que tuviera características similares al que lamentablemente tenían que abandonar muy a su pesar. Al no encontrarlo en Pilar Centro, salieron a buscar en la periferia de la ciudad y apareció un lugar para alquilar en Colectora de Panamericana, muy cerca del Puente Guido, donde realizando una gran inversión reinstalan el restaurante al que denominaron simplemente “Los Belatti”, que como había sucedido con su predecesor, pronto contó con sus clientes de siempre y numerosos nuevos comensales.
El comienzo de la Pandemia como a muchos negocios de su rubro, los perjudicó enormemente. Quisieron reinventarse en el modo take away y así resistieron como pudieron. Esta situación económica unida a la complicación de la dolencia de Rubén hicieron peligrar la continuidad del negocio y así lo hicieron saber a sus habitués y seguidores a través de la redes sociales; pero el cimbronazo felizmente pasó y a mediados del año pasado el restaurante Los Belatti resurgió nuevamente con el brillo y jerarquía en la atención de los buenos tiempos que se han prolongado hasta el presente.
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