El fallecimiento del Papa Francisco generó una oleada de reacciones en el mundo entero. Desde Pilar, el Padre Jorge Rittaco compartió con Resumen su vivencia personal y espiritual en relación con el Sumo Pontífice.
“En lo personal, para mí era, como dicen, un ídolo. Compartía toda su visión de la Iglesia”, comenzó Rittaco. Recordó que, el domingo lo había visto activo en la Plaza San Pedro y hasta había comentado con amigos y familiares que lo notaba en recuperación: “Me produjo mucha sorpresa”.
Pero más allá del impacto, el párroco rescató lo que significó Francisco para él como guía espiritual. “Realmente tengo los mejores recuerdos, las mejores enseñanzas. Comparto mucho su magisterio y su enseñanza. Era interesante porque había en él un respeto a cada persona humana. La fe no se impone a nadie”, destacó.
Rittaco también evocó una experiencia que marcó su vida sacerdotal. “Hace justo un año cumplí 30 años de sacerdote y tuve la suerte de poder compartir con él un retiro de cuatro días. Nos abrió tanto el corazón, y nos enseñó el camino a abrir la mente, mirar las cosas desde otra perspectiva”, contó.
La coherencia entre palabra y acción fue para él uno de los mayores legados del Papa. “Hay algo que nos falta muchas veces en la Iglesia, que es la coherencia entre lo que decimos y lo que vivimos. Lo que él decía era porque lo vivía”, agregó.
Además, Jorge citó al eclesiástico García Cuervas para poner en perspectiva los prejuicios y reducciones mediáticas que muchas veces rodearon la figura del pontífice argentino. “Nosotros nos quedamos en el chiquitaje de que no vino a Argentina, que si era peronista o no... Y en realidad él estaba por encima de todo eso. Su simpleza lo hacía más grande todavía”, reflexionó.
Por otro lado, el párroco pilarense contó uno de los momentos más simples de Jorge Bergoglio. “Recién nombrado Papa, a la noche se iba a dormir apagando las luces del Vaticano. Le dijeron que no hacía falta y él respondió: ‘no me puedo olvidar que soy párroco’”, recordó.
Por último, el Padre Jorge valoró la esencia pastoral de Francisco. “Nosotros estamos mucho tiempo en un solo lugar, nos conocen todas nuestras mañas, y él valoraba ser párroco. Alguien me dijo: ‘él se siente párroco del mundo’. Y es verdad”, afirmó.
En un cierre cargado de admiración, resaltó el rol de Francisco como promotor de la paz en tiempos convulsionados. “El mundo es un constante cambio, con crisis y guerras, la Iglesia no puede estar ausente. Y eso él lo puso en práctica”, destacó.
Jorge Mario Bergoglio, falleció el lunes en el Vaticano a los 88 años. Había sido el primer pontífice latinoamericano y el primero jesuita en acceder al papado. Su legado, marcado por la humildad, la defensa de los más pobres y el impulso de una Iglesia más cercana, quedará grabado en la historia contemporánea del catolicismo.
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