En dos encuentros emotivos y parejos, Power Horse ganó la copa “Provincia de Buenos Aires”, mientras que Las Praderas se adjudicó la “José C. Reynal”. Fueron dos de los últimos certámenes de la temporada oficial de Primavera de la AAP.
Dentro de los importantes trofeos que se definen en la Temporada Oficial de Primavera de la Asociación Argentina de Polo (AAP), en los últimos días le tocó el turno a las copas “Provincia de Buenos Aires” y su subsidiaria “José C. Reynal”.
En el primer turno y por la subsidiaria, Las Praderas capitalizó los dos goles que recibió de ventaja por su menor valorización de conjunto y superó a San Diego por 12 a 10, mientras que a continuación, el trofeo mayor quedó en manos de Power Horse, que venció ajustadamente a Capilla del Señor por 8 a 7, tras ceder un tanto de ventaja.
En el plato fuerte de la jornada, Capilla del Señor empezó con todo y convirtió dos goles para escaparse por tres en el inicio del partido. A Power Horse le costó dos períodos igualar el tanteador merced a un parcial muy bueno de Bautista Bayugar defendiendo sus mimbres y a la eficacia goleadora de Agustín Máiquez. Con el 3-3 en el marcador y tras más de 18 minutos sin que su equipo convierta, Manuel Crespo, con un penal de 60 yardas, le dio la ventaja a Capilla del Señor, en un partido muy parejo y con pocos goles.
Tras varios cambios de dueño en el marcador, Power Horse entró en ventaja al chukker final por 7-6. Casi a los 4 minutos, Manuel Crespo se perdió el empate cuando su tiro salió a centímetros de uno de los mimbres y pocos segundos después, Michel Dorignac sufrió una fractura en uno de sus dedos y debió dejarle su lugar al experimentado Félix Crespo. A falta de menos de 120 segundos, Crespo igualó con un penal de 30 yardas y cuando parecía que la copa “Provincia de Buenos Aires” se definía en suplementario, Bayugar le dio el triunfo y el trofeo a Power Horse al ejecutar una falta de lugar muy cerca del arco.
En primer turno, la formación de Las Praderas tuvo un extraordinario primer chukker (5-1) merced a la estupenda puntería de Marcos Rooney en la ejecución de faltas y al buen juego de equipo. El 1-7 en contra parecía lapidario para San Diego, sobre todo cuando en los tres chukkers siguientes, la paridad marcó el trámite del juego. Con el resultado 10-4 a favor, Las Praderas pareció bajar un poco el ritmo y San Diego buscó llegar con asiduidad a los mimbres rivales e igualar las cosas. A punto estuvo, ya que tras 5 goles consecutivos entre el quinto y el sexto período, el tanteador quedó 11-10 para Las Praderas, con dos minutos por jugar. Pero tras un error en la marca, llegó una nueva falta y Rooney clavó el penal de 60 yardas para definir el partido y desatar la alegría de todo su palenque.
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