Cascos creados por una pyme argentina contribuyen a un menor uso de respiradores

Se trata de una innovadora tecnología de ventilación no invasiva, que ayuda a evitar que pacientes con Covid requieran de respiración mecánica, un insumo crítico en tiempos de pandemia. El Hospital Austral de Pilar cuenta con ellos.

Algo más de 50 centros de salud en todo el país se encuentran utilizando un innovador tratamiento en la lucha contra el Covid-19. Se trata de cascos con un sistema de ventilación no invasiva, que en varios casos puede reemplazar el uso de respiradores mecánicos, uno de los insumos más críticos a la hora de enfrentar la pandemia.

Este equipamiento, creado por una pyme argentina, se encuentra en CABA en los hospitales Fernández y Güemes, los sanatorios De la Trinidad, Mater Dei y Finocchieto y la Clínica Adventista de Belgrano, entre otros; mientras que en el Gran Buenos Aires aparece Pilar, ya que los casos son utilizados también en el Hospital Austral. También se suman el Hospital Néstor Kirchner de Florencio Varela, el Sanatorio de la Trinidad en Ramos Mejía, y centros médicos de Olavarría, Mar del Plata y Tandil, además de las ciudades de Tucumán, Mendoza y Río Grande, entre otras localidades.

Según se ha informado los primeros pacientes tratados con este equipamiento ya fueron dados de alta, habiendo evitado ser intubados para respiración mecánica, proceso que siempre resulta traumático para el enfermo y pone presión a la infraestructura sanitaria.

El desarrollo ha sido obra de la empresa Ecleris, en colaboración con equipos médicos de hospitales públicos de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, y en junio pasado su uso fue aprobado por la ANMAT, comenzando a partir de allí su utilización.

Ante la expansión de casos de Covid-19, las camas de terapia intensiva, los equipos de respiración mecánica y el personal capacitado para manejarlos se tornan un insumo escaso. Por eso, estos cascos permiten evitar entre el 30 y el 60 por ciento de las intubaciones, y pueden ser operados con una capacitación sencilla. Además, al poseer filtros y aislantes, evitan que los pacientes puedan contagiar a médicos y al resto del personal sanitario.

“Los cascos son similares a una escafandra, transparentes, y permiten inyectar el oxígeno con una presión superior, lo que genera un efecto benéfico en los alvéolos pulmonares, que en muchos casos colapsan por el efecto de la Covid-19”, explicó Marcos Ledesma, médico y director de la empresa que desarrolló el equipamiento.

“Además, evitan la dispersión del virus a través del aire expirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico. Con otros sistemas de oxigenación, esa dispersión existe, y es causa de muchos casos de enfermedad en médicos y enfermeros”, agregó.

El Hospital Fernández, cuyo personal especializado colaboró en el desarrollo de estos cascos y es pionero en su uso, es el que lleva el registro más alto de efectividad: de 40 pacientes con indicación de entubamiento que había recibido en el área de Respiración no asistida, 31 lograron evitar el respirador mecánico y fueron dados de alta solo asistidos con los cascos.

Esta tecnología que también dice presente en el distrito tiene un costo aproximado de 60.000 pesos, dependiendo del equipamiento adicional con que se entregue. Solo requiere ser conectado a la red de oxígeno del centro médico o incluso a un tubo de oxígeno. Suministra ventilación de forma no invasiva, a presión positiva, permitiendo aliviar el trabajo respiratorio y favoreciendo el reclutamiento alveolar, es decir, que mayores porciones del pulmón afectado pueda funcionar de manera normal. Además, el paciente no requiere sedación, se mantiene lúcido y con la posibilidad de seguir en contacto con sus familiares, ya que usando el casco las personas pueden usar sus celulares. Los cascos son reutilizables, con el solo reemplazo de algunas piezas específicas, como el filtro viral/bacteriano.