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Los Bomberos Voluntarios de Pilar están avanzando con un ambicioso proyecto de renovación en su edificio central, situado en la esquina de Ituzaingó y Tucumán. La obra, impulsada por la Comisión Directiva, busca modernizar las instalaciones para optimizar su funcionamiento y brindar mayor comodidad tanto a empleados como al público que concurre al lugar.
En diálogo con Resumen, el vicepresidente de la institución, Daniel Díaz, explicó que la obra se lleva a cabo en varias etapas. “La primera fase consiste en el restyling de la fachada sobre la calle Tucumán, que incluye la planta baja y el primer piso. Además, estamos reemplazando un ascensor con más de 22 años de uso por dos nuevos de última tecnología, lo que permitirá un mejor desplazamiento dentro del edificio”, detalló Díaz.
La segunda etapa comenzará el próximo mes y contempla la construcción de un tercer piso tanto en el ala de Tucumán como en la de Ituzaingó. Por último, el cuarto proyecto abarcará la renovación de la fachada principal sobre Ituzaingó, completando así la modernización del edificio.
Según Díaz, las obras se desarrollan con la premisa de generar las menores molestias posibles. “El cuartel central se encuentra en Ruta 8 y Zeballos, por lo que las tareas no afectan las actividades de los bomberos. Solo colocamos carteles de disculpa para los empleados y las personas que transitan por la zona. Tratamos de realizar los trabajos más ruidosos fuera del horario de las 16 o durante la noche para minimizar las molestias”, explicó.
Con estas reformas, los Bomberos Voluntarios de Pilar buscan no solo actualizar las instalaciones, sino también ofrecer un espacio más funcional y acorde a las necesidades actuales, consolidando su compromiso con la comunidad.
El comienzo de los bomberos voluntarios se remonta a principios de los años 50, tras un descarrilamiento en las vías del Ferrocarril Urquiza. La lejanía del cuartel más próximo, situado a 30 kilómetros de Pilar, y las dificultades para atender el accidente motivaron la formación de un grupo de socorristas voluntarios. En ese entonces, fue la Cámara de Comercio la que impulsó la iniciativa, organizando las primeras reuniones en la calle Hipólito Yrigoyen, lugar donde actualmente se ubica el Instituto Modelo.
A partir de la solicitud del entonces intendente Florencio López, el cuartel se trasladó a la intersección de Ituzaingó y Tucumán; posteriormente, fue desplazado a la Ruta 8 y Zeballos. Además, por iniciativa de Regino Osés, se edificó el inmueble que alberga fiscalías, juzgados y otras oficinas públicas, donde actualmente se están realizando las remodelaciones.
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