Tuvo un ACV pero en Villa Rosa la medicaron con Buscapina y Reliverán

Una mujer de 31 años denunció que asistió a la Sala de Primeros Auxilios de Villa Rosa el pasado 15 de junio y fue mal medicada. El ACV se lo descubrieron el lunes 18, en un hospital de Escobar. Estefanía Van Droogenbroeck, una mujer de 31 años, denunció a través de redes sociales haber sido víctima de no solo malos tratos en el centro de salud de su localidad, sino un mal diagnóstico. La joven sufrió un Accidente Cardiovascular Isquémico pero fue medicada con Buscapina y Reliverán. La pesadilla para Van Droogenbroeck comenzó el 15 de junio, cuando se levantó con dolor de cabeza y vómitos, por lo cual decidió tomar un paracetamol. “El dolor de cabeza seguía, cerca de las 13, tomé un alical doble acción, lo vomito. Siento un zumbido en la nuca que recorrió hasta mi oído. Vomité, no podía caminar ni levantar la cabeza”, relató en su descargo. La villarosense se encontraba sola en su casa con sus dos hijos y fue el más grande de ellos, de 9 años, quien llamó al 107 para que enviaran una ambulancia: “llama diciendo ‘mi mamá está descompuesta, si podían ir’, le decían que tenían que hablar con un mayor, sino, no podían mandar la ambulancia. Cortó y llamó al abuelo, contándole que me pasaba”. Fue allí que se acercó a la Sala de Primeros Auxilios de Villa Rosa, a donde ingresó en silla de ruedas según sus palabras y donde una enfermera le colocó el suero. “El médico que me atiende, el cual no me preguntó nada ni me revisó, dice que me pase por el suero Buscapina y Reliverán, quedo dos horas ahí. Me duermo, y cuando me despierto me dan el alta”, explicó Van Droogenbroeck. La pesadilla continuó y al día siguiente se presentó en la sala nuevamente por su intenso dolor de cabeza, y como respuesta le inyectaron un medicamento para la migraña y la envían a su hogar. El domingo 17 continuó con sus dolores e incluso “me trababa al hablar”, por lo cual el lunes volvió a la sala pero, por falta de médicos y por un mareo, fue trasladada al Hospital Sanguinetti de urgencia. Sin embargo, allí quedó sentada en una silla de ruedas, esperando ser atendida: “después de un rato, me llevaron a Escobar, me atendió un médico de guardia y le conté lo que me venía pasando, me dejaron internada. Al otro día, me hicieron una tomografía y sale que me dio un ACV Isquémico en la parte derecha del cerebro. Estuve 11 días internada y después de que salí, vi que sigue trabajando en la sala la enfermera que me destrozó el brazo y el médico que me pudo haber matado con lo que me dio”, cerró la mujer.