A pocos días de dejar el poder, el presidente Alberto Fernández reconoció públicamente las profundas diferencias con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que siempre la escuchó pero que no era un títere de ella.
“Me causa gracia porque los medios argentinos me decían que yo era un títere, pero resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina. Muy títere no era entonces. Y la queja de que no me escuchan, no es que no escucho, además me lo dicen por escrito. Oír escucho, lo que pasa es que no siempre estoy de acuerdo. Yo la verdad quería a la Argentina subirle la vara a un montón de cosas”, aseguró Fernández.
De esta manera, el mandatario salió al cruce de declaraciones que hizo hace un tiempo atrás Cristina, quien había asegurado que tenía diferencias con Alberto notorias, como cuando dijo que “era necesario alinear precios, salarios, tarifas y jubilaciones, pero no fui escuchada”.
“Cuando yo asumí, alguien me dijo, voy a preservar su nombre, alguien me dijo ‘mirá, vos vas a enfrentar un tiempo difícil. Los años de Macri fueron similares a los de la Revolución Libertadora. Tuvieron la característica de perseguir y enjuiciar a los opositores. Ahora tu tiempo no va a ser el tiempo de Perón, no. Tu tiempo va a ser el tiempo del tercer Perón, tironeado por la izquierda y por la derecha y te van a tironear. Prepárate para el tironeo. Prepárate’. El que me lo dijo es alguien a quien yo respeto y valoro muchísimo. Y creo que tuvieron una enorme razón. Y él me recomendó que cuente hasta diez para preservar todo esto. Y la verdad es que yo le hice caso. Le hice caso y cada vez que enfrenté esa situación. Conté hasta diez y tragué saliva. Y dije acá lo más importante es que preservemos la unidad para que no entremos en otra nueva frustración argentina”, comenzó el presidente.
Tras afirmar que el todavía oficialismo debe “abrir un debate interno sobre cómo seguir hacia adelante”, arremetió contra aquellos dichos de la vicepresidenta. “No es que en la coalición alguien no ha sido escuchado, eso es mentira. Lo que es verdad es que alguien no fue obedecido, pero hay momentos en que el presidente decide y no debe obediencia a nadie. Por un lado me piden que sea obediente pero por otro lado me dicen que tenga la lapicera. Ahora, cuando la lapicera firma algo que no les gusta…”, sostuvo en una extensa entrevista con el periodista Oscar González Oro para El Observador.
Tras repasar varias cuestiones de su Gobierno, el presidente retomó en otra parte de la entrevista su rechazo a las críticas de la actual vicepresidenta que, dijo, “confunde las cosas. Escuchar fue escuchada. Fue escuchada, fue leída, pues mandaba cartas y hacía declaraciones. Y además la escuchaba en privado. Lo que es verdad es que no la obedecía en todo lo que ella hubiera querido que la obedezca, pero no era mi misión obedecerla. Y ella lo supo desde el primer día. Yo no estaba allí para obedecer”.
“No era mi misión obedecerla bien. Y ella lo supo desde el primer día. Lo supo del primer día y además ella tuvo un antecedente conmigo en el 2008, cuando estuve en desacuerdo con la lógica que se había planteado post crisis de la 125. Dije hasta acá llegué y me fui. Y ahí me fui porque yo era un empleado del gobierno, era el jefe de gabinete de un gobierno. Ahora soy el presidente, ahora tengo que quedarme, hacer frente, tomar decisiones y actuar”, concluyó. (DIB)
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