El diputado del Frente Renovador afirmó que el sistema penitenciario está excedido en un 40 por ciento de su capacidad real y que debe ser repensado. Propone la creación de cárceles que apunten a la reinserción social.
El equipo de Seguridad del Frente Renovador, integrado por el diputado Jorge D’Onofrio planteó la necesidad de modificar el sistema penitenciaron y declaró que actualmente existe una gran superpoblación en las cárceles de la provincia de Buenos Aires.
“En las cifras oficiales, se habla de que tenemos 46 mil detenidos en el servicio penitenciario y más de 6 mil en comisarías, lo cual excede en cerca de un 40 por ciento la capacidad del servicio penitenciaron”, explicó el diputado en diálogo con Diario Resumen.
Además, agregó que en nuestro distrito los números también son alarmantes y que el sistema no funciona correctamente: “En Pilar, hay alojados por ejemplo en la Comisaría Pilar 1ª, el triple de la cantidad de detenidos que está permitido que puede haber”.
Incluso argumentó que, a través de distintos fallos judiciales, se ha prohibido la detención en las comisarías ya que en estas solo debe realizarse la aprehensión “hasta que el juez determine cuál es el destino de esa persona”.
La superpoblación, desde el punto de vista del legislador, proviene de la relación con otro tipo de problemáticas que hacen al sistema en sí, y no solo al número de alojados. “El principal problema es que se carece de un modelo de servicio penitenciario, porque hoy la única función que cumple es la de aseguramiento, o sea, el oficial del servicio penitenciario se encarga de asegurar que esa persona ingrese y esté retenida hasta el momento en que la justicia dice que puede salir, o se escape”, declaró.
D’Onofrio expuso que esa función es tan solo el 20 por ciento de lo que debe hacer el servicio penitenciaron ya que debería existir “una persona que trabaje sobre la psiquis y el alma de la persona que está detenida” para poder modificar las conductas que lo han llevado a delinquir en primera instancia.
Como prueba del mal funcionamiento del sistema, afirmó que existe un alto nivel de reincidencia: “las cifras oficiales hablan de un 50 por ciento de reincidencia, es decir que cada dos personas que egresan, una vuelve a delinquir”.
Sin embargo, aclaró que los números son más elevados. “Ese 50 por ciento es en blanco, porque son aquellos que volvieron a delinquir y volvieron a caer en la justicia, pero hay otro porcentaje, más alto que es el que adquirió conductas que les permiten no ser detectados por el radar la justicia, con lo cual nos lleva a un 85 por ciento el índice de reincidencia”, dijo el diputado.
Con esos números puestos sobre la mesa, Jorge D’Onofrio reafirmó que el sistema penitenciario en Argentina no funciona y que deben tomarse soluciones rápidamente. En el pedido de reforma del sistema, han solicitado que se realicen cárceles integradoras, en las que el tratamiento sea individualizado con el foco en adicciones, delitos sexuales, y violencia.
La cárcel integradora constaría de sectores de evaluación, tratamiento, laborales, educativos y tecnológicos, convivenciales, de adicciones y violencias, de máxima seguridad, máxima seguridad terapéutica y casas de mitad de camino. Dentro de los planes para posibles soluciones, está el pedido de construir por lo menos cuatro cárceles nuevas. “Sería para apalear el déficit de lugar que tenemos hoy, pero también se deben construir nuevas cárceles, reciclar otras. Tenemos dos que tienen más de 100 años”, argumentó.
Críticas al gobierno en materia de seguridad
El diputado del Frente Renovador criticó la forma en la que, tanto el gobierno provincial como el nacional se manejan en función de la seguridad y afirmó que se trata de realizar simples estrategias de marketing.
“Vienen de ajuste en ajuste, lejos de haber invertido para revertir esto, es cada vez menos lo que se destina al servicio penitenciario. Lo más grave, es no tener un plan, un horizonte hacia dónde se va. No se tiene la inversión ni se tiene el horizonte”, expuso en diálogo con este medio. Las consecuencias, afirma, son las que se vienen viendo últimamente: disputas territoriales, luchas de bandas, “sistema de sicariatos” por narcotráfico, entre otras.
Luego, agregó que tanto el país como la provincia necesitan una clara política de seguridad ligada a acciones concretar y no al marketing. “El ministerio nacional y provincial se han convertido en productoras de contenidos, lo único que hacen en mostrar pequeñas acciones para hacernos creer que combaten a las mafias y al delito, pero no significan ni el 0,01 por ciento de lo que ocurre realmente”.
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