Miércoles 11 de Diciembre de 2024

Temor en las redes por nuevo “cuento del tío” virtual

A una vecina de Pilar le transfirieron los activos de sus cuentas bancarias a otras de terceros, con el ardid de haber sido acreedora de un premio en efectivo por haber efectuado compras en conocido hipermercado. Para ello le facilitó sus datos a un supuesto “gerente general” del supermercado. Abogado pilarense consiguió una medida cautelar que benefició a la damnificada.


  • Martes 11 de Mayo de 2021
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A una vecina de Pilar le transfirieron los activos de sus cuentas bancarias a otras de terceros, con el ardid de haber sido acreedora de un premio en efectivo por haber efectuado compras en conocido hipermercado. Para ello le facilitó sus datos a un supuesto “gerente general” del supermercado. Abogado pilarense consiguió  una medida cautelar que benefició a la damnificada.

En horas de la mañana de un domingo a fines del mes de diciembre del año pasado, una vecina de Pilar recibe un llamado a su teléfono celular de un supuesto “gerente general” de un reconocido hipermercado, quien le dice que “con motivo del aniversario de la entidad, había sido beneficiada con un premio en efectivo de 30 mil pesos”. Para hacerlo efectivo, el estafador le dice que debe pasarle los datos una cuenta bancaria radicada en alguna sucursal de determinados bancos. La mujer le dice que no tiene cuenta en ninguna de esas entidades bancarias, por  lo que el timador le comenta si no tiene alguna persona conocida que sea cliente de cualquiera de esos bancos, que le pueda facilitar los datos para realizar una transferencia y de esa manera no perder la posibilidad de cobrar el supuesto premio.

La vecina alentada por el estafador recurre a una amiga que tenía cuenta en la sucursal Pilar del Banco Francés, quien acepta facilitarle los datos de sus cuentas para facilitar la operación. De tal manera ese mismo día –27 de diciembre de 2020-, las dos amigas concurren al cajero del banco y vuelven a comunicarse con el “representante” del supermercado, que se identificó como  José Luis Mendoza, quien requirió la información de su cuenta en la sucursal.

El locuaz “gerente general”  le solicitó que ingresara a su cuenta y cambiara  la clave token. Les señaló que no les iba a solicitar la nueva contraseña,  pero sí el código de asociación que salía en el ticket, el que  le dictaron, convencidas de que la comunicación era real. Minutos más tarde, la mujer ingresa en su cuenta y advierte que le faltaba el dinero que tenía depositado en pesos y dólares y que asimismo, le habían depositado la suma 138.576 pesos, por lo que se comunicó con personal del banco, quien le dio un código de bloqueo. Al día siguiente –lunes 28- siguiendo las instrucciones del agente vía telefónica, se apersona en el banco, siendo atendida por la Jefa de Cuentas de la entidad. Le relata lo sucedido, manifestándole  que le habían transferido su dinero en pesos y en dólares a otra cuenta y que le habían otorgado un préstamo en forma automática por 282.200 pesos, el cual también habría sido transferido. Todo ello sin su conocimiento.

Al no estar conforme con la respuesta obtenida, recurre al reconocido abogado pilarense Javier Santa Cruz, especialista en defensas de casos de vulneración de derechos del consumidor, quien inicia una medida cautelar en San Isidro, con el argumento de que  “son presupuestos generales de admisibilidad de las medidas cautelares, la demostración de verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la demora”, según el Código Procesal vigente.

“Es un hecho notorio en nuestra comunidad la existencia de numerosas situaciones en las que clientes bancarios demandan por haber sido sujetos pasivos de una maniobra fraudulenta y, como consecuencia, perjudicados por la obtención de préstamos bancarios que alegan no haber solicitado y de los que han resultado beneficiarias terceras personas –justificó en su demanda el doctor Santa Cruz-. En tal sentido, que el sistema adoptado por la institución bancaria permita en cuestión de horas obtener una clave, contraer un préstamo por 500 mil pesos, transferirlo a cuentas no vinculadas y con las que antes no se han efectuado transacciones y extraerlo todo en forma no presencial, no constituye un sistema seguro”, indicó.

“Ratificando lo expuesto -argumentó el abogado- tras una nueva compulsa de las actuaciones,  se advierte que el día 27/12/2020 a las 11:47, a las 11:48, a las 11:56 y a las 11:57 se efectuaron cuatro transferencias por una suma total de 338 mil pesos y 850 dólares de las cajas de ahorro en pesos y dólares de titularidad de la actora a una cuenta del BBVA Banco Francés, ello con una diferencia de minutos entre una y otra”.

Con todos los elementos probatorios, el abogado solicitó al juzgado que “el  BBVA Banco Francés S.A., sucursal Pilar se abstenga de cobrarle y/o debitarle a su clienta la suma de 282.200 pesos, en concepto de un crédito que se le habría otorgado y acreditado en su caja de ahorros de manera fraudulenta y que se le restituya a la demandante  la suma de 58 mil pesos y 850 dólares, que le habrían sido extraídas de sus cuentas”.

En virtud de los argumentos expuestos en el escrito, el juez Mariano Luis Vieyra consideró que “se encuentran reunidos "prima facie" los requisitos para tener por acreditada la verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la demora. En consecuencia, ordenase al BBVA Banco Francés, Sucursal Pilar, que se abstenga de cobrar y/o debitar de las cajas de ahorro que se encuentren a nombre de la damnificada  la suma de 282.200 pesos, en concepto de un crédito que se le habría otorgado y acreditado en su caja de ahorros”.

Lamentablemente, la medida no alcanza a las primeras transferencias fraudulentas por 58 mil pesos y 850 dólares, sumas que figuraban en los activos de la titular de las cuentas, antes de la maniobra delictual realizada por el estafador.

Otros casos, otras modalidades

En charla con Resumen, Javier Santa Cruz refirió que le llegó un caso similar –también en nuestro medio- con el mismo modus operandi, pero esta vez de un supuesto empleado de una entidad bancaria oficial, con sucursal en Pilar.

“Según me refirió el damnificado, recibió el llamado de un “agente” de la sucursal donde tenía cuenta, ofreciéndole un préstamo inmediato de 300 mil pesos, con un amplio y conveniente plan de financiación, para lo cual le requirió sus datos bancarios, claves incluidas. Por supuesto, el crédito le fue otorgado, pero como en el caso anterior, el importe se trasfirió a otras cuentas de terceros, sin el consentimiento del titular, requiriendo luego el banco el pago de las cuotas correspondientes como si se le hubiera otorgado fehacientemente”, contó.

“Creo que se trata de la misma organización delictiva, con otra modalidad”, especuló Santa Cruz-. En este caso, la persona que llamó al damnificado contaba con toda la información del titular de la cuenta, por lo que el abogado pilarense supone que puede tratarse de “un empleado infiel” de la sucursal bancaria pilarense.

Otra de las situaciones similares que llegan al estudio jurídico tiene que ver con jubilados y pensionados que en alguna oportunidad han gestionado créditos en alguna financiera o mutual.

“En estos casos se espera que se cancelen los créditos otorgados y se los renueva automáticamente –informó Santa Cruz- pero el dinero nunca se acredita en la cuenta del supuesto peticionante, que se entera de la maniobra, recién cuando se da cuenta que le siguen descontando las cuotas correspondientes al crédito presuntamente renovado”.

“Como consejo, le puedo decir a todos los que están leyendo esta nota que por ningún motivo faciliten sus datos y claves bancarias vía telefónica o a través de algún dispositivo remoto y que ante la certeza de que han sido víctimas de una estafa virtual, que no duden en hacer la denuncia correspondiente en la fiscalía”, sugirió el letrado.

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