Jueves 25 de Abril de 2024

Esclavizarnos a la Constitución o a un nuevo orden


  • Domingo 27 de Octubre de 2019
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  “Nadie promete más que aquel que sabe que no va a cumplir”, Francisco de Quevedo, escritor español El mundo sigue convulsionado y no sólo la Argentina atraviesa por procesos turbulentos. La situación de Barcelona es uno de esos casos emblemáticos. La condena a más de 10 años de  prisión del Tribunal Supremo, a 12 de los líderes de la acción secesionista, desató una serie de violentas protestas que generaron destrozos contra los bienes públicos y privados. Algo impensado ya que sucede en un país del viejo mundo que pertenece a la Unión Europea. Otro hecho por demás insólito tuvo lugar en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En una por demás polémica votación el organismo aprobó que Venezuela pase a tener un asiento en el Consejo de Derechos Humanos en el mencionado organismo. Es la misma organización internacional que designó como Alta Comisionada para los Derechos Humanos a Michelle Bachelet. El informe Bachelet respecto de la situación de los derechos humanos en Venezuela dio cuenta, allá por el mes de julio, del asesinato por parte de las fuerzas de seguridad de casi 6900 personas. De ellas 5287 fueron asesinadas en 2018 y otras 1569 lo fueron entre enero y mayo de 2019. La calificación oficial por parte del régimen fue “resistencia a la autoridad”, aunque para el informe de la ex Presidente chilena la mayoría de esos crímenes constituyeron ejecuciones extrajudiciales. En resumen la narco dictadura de Nicolás Maduro tendrá a partir de ahora voz y voto para definir dónde y cómo se violan los derechos humanos en el mundo. Esta votación a favor del régimen venezolano es digna de tratar en más de un congreso psiquiátrico mundial. Difícil descifrar como se informan, piensan y deciden los integrantes de la ONU en un tema tan sensible para todos como lo son los derechos humanos. Los derechos humanos pertenecen a todos y cada uno de los habitantes del planeta Tierra y nada tienen que ver con las ideologías. Los acontecimientos que se vienen desarrollando del otro lado de la cordillera de Los Andes han generado una situación grave y por tanto muy preocupante. Parece difícil de creer que una moderada suba de la tarifa del subte en Santiago de Chile, haya disparado semejante reacción. Que un grupo de estudiantes sumado a automovilistas que hacen sonar las bocinas, a grupos aislados de caceroleros y algunos vándalos hayan provocado los daños hasta hoy registrados, es cuanto menos una mirada superficial. Los saqueos como sabemos se producen mayormente en ocasión de catástrofes, como sucedieron en el país hermano durante el último terremoto. Pero prenderle fuego a edificios corporativos, a estaciones de subte, puestos de peaje, supermercados y tiendas de manera organizada y casi al mismo tiempo, van más allá de una espontánea protesta. Según fuentes chilenas confiables podría tratarse de un ensayo de insurrección nacional que lleve a la disrupción del orden social. Al momento de escribir esta columna se registran al menos 18 chilenos muertos en las refriegas entre las fuerzas de seguridad y los facinerosos. Vale remarcar que estos forajidos siguen delinquiendo aún después del toque de queda impuesto por el gobierno de Piñera; comportamiento muy distinto al que exhibe el ciudadano común en sus protestas. Esto tiene mucho que ver con la tibia y tardía reacción por parte del Estado chileno. El respeto al orden social tiene mucho que ver no solamente con el nivel de educación de una sociedad, sino fundamentalmente a la convicción de la capacidad punitiva en cabeza del Estado. Esto no es otra cosa que el miedo a la sanción real. Sin duda la por demás tímida acción del gobierno chileno, envalentonó a los criminales. Hacemos desde esta columna los mejores votos para que el vecino país trasandino, reinstaure a la brevedad el imprescindible orden social e institucional. Si este proceso se demorara, por falta de firmeza política del gobierno, no sería extraño que algunos partidos chilenos pidieran la renuncia del Presidente Piñera. A la antes descripta situación chilena se suman en Latinoamérica la agitación social que sufren Ecuador y Nicaragua. Y además, es dable mencionar la increíble entrega al narcotráfico que hizo el gobierno mejicano que preside López Obrador del hijo del conocido narcotraficante Chapo Guzmán. A ello, se agrega la elección presidencial llevada a cabo en Bolivia. A través de esa elección el actual presidente Evo Morales, ignorando el resultado adverso de un referéndum, intenta seguir gobernando Bolivia luego de detentar el poder por 14 años. El “demócrata” Morales frente a la posibilidad cierta de ir a una segunda vuelta, suspendió el conteo de los votos y se autoproclamó ganador de la elección. Queda claro, Morales quiere que los bolivianos voten no que elijan. La oposición liderada por Carlos Mesa desarrolla acciones tendientes a concretar un conteo de votos transparente o llevar a cabo una nueva votación en segunda vuelta. “Casualmente” por estos días hemos escuchado declaraciones de uno de los mentores del régimen venezolano y sostenedor del dictador Maduro, Diosdado Cabello. Este patriota bolivariano, según fuentes confiables, habría logrado a través de negociaciones con funcionarios norteamericanos que sus hijos abandonaran Venezuela a mediados del corriente año. Hace algunos días manifestó que en Latinoamérica se siente la brisa bolivariana y a manera de amenaza agregó “…. y recen para que la brisa no se transforme en huracán”. También por estos días se viralizó en las redes un video que muestra un paseo de Nicolás Maduro por la Plaza Roja de Moscú. Según manifiesta el dictador venezolano, luego de una reunión que habría mantenido con el Presidente ruso Vladimir Putin; “...hemos ratificado el mapa de lo que viene en América Latina”, y agregó: ”… hemos ratificado con el presidente Putin el mapa estratégico de cooperación para toda esta etapa que viene…”. Lo señalado en estos párrafos tiene íntima vinculación con el denominado Foro de San Pablo. Este foro se enfrenta al Grupo de Lima que lidera Argentina y Chile y que con la Organización de Estados Americanos (OEA) ejerce una dura y permanente crítica sobre el régimen dictatorial venezolano. Vale la pena recordar que el Foro de San Pablo fue fundado en 1990 por el Partido de los Trabajadores, liderado por Lula da Silva, en la ciudad brasileña de San Pablo. Es una organización internacional que agrupa a partidos y grupos de izquierda latinoamericanos desde reformistas hasta colectividades políticas de izquierda revolucionaria. Al momento de su fundación en 1990, el Partido Comunista de Cuba era el único miembro que ejercía el poder ejecutivo en su país. De este Foro participan al menos 12 agrupaciones de la izquierda argentina. Entre otros figuran el “Movimiento Evita”, el “Movimiento Libres del Sur” y el Partido Comunista. Para los integrantes de este Foro otro mundo es posible. Por cierto que sí: un mundo socialista, populista autoritario, es decir, un mundo sin libertad, democracia y paz social. En el orden nacional el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla en la causa D’Alessio avanzó sobre el trabajo que lleva adelante el  periodismo de investigación. Recordemos que esta causa está vinculada con tratar de desacreditar lo investigado de la causa de los cuadernos de las coimas. El argumento del juez, integrante de la agrupación Justicia Legítima, es que dar a conocer a la opinión pública el producto de esas investigaciones podría servir para extorsionar a los involucrados en esas investigaciones. Para ello pidió en la causa a su cargo la opinión de la Comisión Provincial de la Memoria que preside Adolfo Pérez Esquivel. Esta comisión no tiene  idoneidad alguna para entender en la cuestión. Este comportamiento judicial constituye un claro intento de avasallar y acallar la labor periodística. Este proceder resulta claramente inconstitucional, ya que la Constitución Nacional garantiza la libertad de expresión y no obliga a los periodistas a revelar sus fuentes. Se busca sin duda alguna criminalizar al periodismo. El domingo se llevarán a cabo elecciones en nuestro país. Celebremos ese día con alegría cívica yendo a votar, fiscalizando, ayudando a trasladarse a amigos o conocidos con problemas de movilidad. Vivamos el comicio en plenitud y pensando en el bien común de todos los habitantes de este bendito suelo. Los griegos decían que los pueblos exitosos son aquellos que son esclavos de la ley. Pensemos nuestro voto bajo el amparo de nuestra gran Ley madre, que no es otra que la Constitución Nacional. Transformémonos para siempre en esclavos de todos los derechos y obligaciones que surgen de su sabio articulado y votemos pensando en el país que todos y cada uno de nosotros nos merecemos. Fernando Robles Analista político y economista Seguime en www.fernandorobles.com.ar

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