Jueves 28 de Marzo de 2024

Sinceramente, tenemos ficción


  • Domingo 26 de Mayo de 2019
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Con algunas variables macroeconómicas en calma desde hace varias semanas, la justicia y la política siguen generando sorpresas de todo tipo. La Feria del Libro Internacional, evento cultural de envergadura, se convirtió por primera vez en una tribuna política. El acto de apertura y la presentación de un denominado libro titulado “Sinceramente” por parte de la ex – Presidente Cristina Kirchner, no hicieron más que recrear para bien a una figura icónica de la cultura argentina. Me refiero a quien aún y para siempre vivirá entre nosotros: María Elena Walsh. Su famoso Mundo del Revés se materializó en esas dos presentaciones. El caos se apoderó de la inauguración de la Feria, toda vez que no se permitió que los invitados que debían dar comienzo formal a la muestra, se expresaran libremente. En la presentación del denominado libro por parte de Cristina Fernández, irónicamente formalizado en la sala Jorge Luis Borges, no se permitió la entrada libre ni al público ni a la prensa. En realidad tratándose de un acto kirchnerista - cristinista  no podía ser de otra forma. En lo que debería ser un templo de la cultura universal en el más amplio de los sentidos, esa demostración desnaturalizó la esencia del mismo. Es así que se transformó en un acto partidario más propio de llevarse a cabo en una unidad básica que en un ámbito cultural emblemático. Vale la pena detenerse un segundo a considerar algunos invitados especiales que podían entrar a la sala. El más notable además de Pino Solanas, Felipe Solá, Victoria Donda, Aníbal Fernández entre otros, fue Moshen Alí quien tenía asignado su lugar en la fila 4 de la sala. Moshen Alí es argentino, clérigo de la mezquita At-Tahuid de Floresta y señalado en su momento por el fiscal Nisman como uno de los nexos entre el gobierno de Cristina y el gobierno de Irán. Ello en la época en que se plasmó el pacto de encubrimiento al ataque a la AMIA. Este pacto de encubrimiento fue denunciado por el fiscal cuatro días antes de ser encontrado sin vida. Este individuo además de profesar consignas antisemitas, le solicitó a la justicia argentina que investigara, en la causa AMIA, la posibilidad de un autoatentado. Concretamente la solicitud se la efectuó al juez federal Rodolfo Canicoba Corral para dilucidar si la AMIA fue volada por la comunidad judía. Al cierre del acto los “espontáneos” militantes kirchneristas – cristinistas, que arribaron al predio de la muestra en numerosos micros escolares que se estacionaron sobre la Av. Sarmiento, agredieron, escupieron, insultaron y hasta le tiraron del pelo a una periodista de TN. María Eugenia Duffard soportó estoicamente en soledad, la agresión de estos energúmenos. La responsable de la Feria María Teresa Carbano no hizo nada para impedir los desmanes producidos en ambos actos y ni siquiera  trascendió que  haya pronunciado palabra alguna condenando la infame y cobarde agresión a la periodista. Todo un oprobio a la cultura y a los valores democráticos que desde esta columna enérgicamente repudio. Después de alabar la actuación del ex – ministro de Economía de Perón en los años 70, José Ber Gelbard, CFK se sacó una foto en la sede del Partido Justicialista Nacional que preside el sanjuanino José Luis Gioja. Recordemos que Perón, Gelbard y Lavagna decidieron por esos años que el Estado Argentino vendiera autos a Cuba. Los autos se exportaron, nunca fue posible cobrar esa deuda y la venta provocó el mayor desabastecimiento en la historia de la industria automotriz argentina. Luego se produjo el “Rodrigazo” producto de una voluntarista conducción económica. Volviendo al paso de CFK por el local del justicialismo, en la referida foto aparecieron muchos pasajeros que viajan con abono en el tren fantasma del peronismo. Es sabido del desprecio que siente CFK por buena parte de los dirigentes del peronismo. En especial por aquellos dirigentes responsables del justicialismo que creen en la democracia y la república. Pero claro, ella carga con sus múltiples procesamientos judiciales, inicio de juicios orales, dos pedidos de prisión y aun así pretende ser candidata en una fórmula presidencial en las elecciones a desarrollarse en octubre del corriente año. Luego de la foto y próximo al inicio del primer juicio oral que involucra a CFK, la Corte Suprema de Justicia de la Nación pretendió con la firma de cuatro de sus miembros demorar el comienzo de un debate oral en el fuero federal. Lo concretó con la firma de Lorenzetti, Maqueda, Highton y Rosatti. El presidente del máximo tribunal no firmó la resolución. La causa trata de la corrupción en el direccionamiento, mayores costos no justificados y pagos indebidos por obras incompletas o no realizadas en la obra pública durante las administraciones kirchneristas – cristinistas. Esta resolución intenta convertir a la Corte en un tribunal ordinario, convirtiéndose en una suerte de inspector de causas durante su trámite. Todo el mundo jurídico argentino coincide en que la Corte debe entender en causas penales con sentencia definitiva. Debe pronunciarse al final de esos procesos sobre si un juicio se desarrolló o no conforme lo establece la Constitución Nacional. Vale la pena recordar que la función esencial de la Corte es velar por el cumplimiento de la Constitución. Respecto de quien es cada uno de los cinco miembros que integran el máximo Tribunal, me permito recomendar a nuestro amigo lector, la lectura de la columna escrita por el periodista Joaquín Morales Solá  publicada en el diario La Nación el pasado 16 de mayo bajo el título “La Corte Suprema ya votó por Cristina Kirchner”. Resulta curioso que varios miembros del tribunal, que ejercen sus cargos desde el inicio del kirchnerismo, no hubiesen hecho lo mismo respecto de la causa que por enriquecimiento ilícito del ex –matrimonio presidencial tramitaba en su momento el por demás polémico y mediáticamente incorrecto ex – juez federal Norberto Oyarbide. Vaya a saber por qué. Después del retroceso de la Corte en su decisión, que el tiempo dirá si es de fondo o táctica, CFK desafiando a NETFLIX anunció el fin de semana pasado su precandidatura a vicepresidente y la de su ex – jefe de Gabinete como precandidato a presidente representando a la facción que lidera. Todo quedaría así entre los Fernández. El acompañante de fórmula de CFK no es otro que el inventor junto a Martín Lousteau, por ese entonces ministro de Economía, de la Resolución 125 que afectó al campo y marcó sin duda, el inicio de la “grieta” atento el respaldo popular que recibió ese importante sector productivo de gran parte de la ciudadanía. El ex – funcionario hoy devenido en precandidato presidencial es un abogado limitado en la función de gestionar, muy allegado a cierto periodismo y hábil operador en el mundo de los negocios. En materia política nunca pudo hacer pie en el justicialismo, ni siquiera como candidato de Domingo Felipe Cavallo y Gustavo Béliz en la Capital. Tiene por cierto muy estrecha relación con el líder del Sindicato de los encargados de edificios Víctor Santamaría. Fue funcionario de la administración de Raúl Alfonsín, Carlos Menem. Acompañó a Cavallo, Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner, Daniel Scioli, Sergio Massa y Aníbal Florencio Randazzo. A las ejemplares conductas “pendulares” de buena parte de los referentes políticos argentinos se contrapone la figura del tránsfuga. Según el diccionario de la Real Academia Española tránsfuga “es aquella persona que huye de una parte a otra”. Saque estimado lector sus propias conclusiones. Esta postulación a precandidato postulada por CFK ha sido interpretada por parte de cierto periodismo como la introducción de un referente más moderado  que el seguidor promedio de la ex –Presidente. Las primeras declaraciones de Alberto Fernández respecto de las causas por corrupción que involucran a su jefa, en cuanto a revisar, en caso de acceder al gobierno, el desempeño de jueces y fiscales que han trabajado en ellas nada tienen de moderado. Ignora la independencia de los poderes y por tanto no cree en la Constitución. Ello, pese a desempeñarse como profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.  Será interesante seguir el desempeño de Alberto Fernández de aquí en más, ya que podría darse que no sólo se ocupe por la situación de CFK respecto de las causas judiciales por corrupción, sino eventualmente también por su gestión como ex – jefe de Gabinete. Ello atento a pagos que podría haber realizado el Estado Nacional producto de reasignaciones presupuestarias, que estaban a su cargo. Asimismo, vale la pena para entender lo que está pasando en la Argentina, no dejar de considerar el desarrollo de un complejo proceso de entramado político, judicial y empresarial más amplio en marcha. Este proceso está destinado a desbaratar las avanzadas investigaciones llevadas adelante en causas por corrupción durante la gestión kirchnerista – cristinista. Como es fácil de advertir tiembla NETFLIX frente a lo que acontece en nuestro país, donde muchas veces la realidad supera a la ficción. Fernando Robles Analista político y economista Seguime en www.fernandorobles.com.ar En RADIO SIMPHONY  FM 91.3  “Francamente con Fernando Robles”, los jueves de 18 a 19

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