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Sospechan que la empresa Ovoprot habría vuelto a violar la disposición provincial que prohibía los vuelcos residuales provenientes de la elaboración de huevo líquido y en polvo que produce la planta. Los damnificados planean llevar una queja formal al Municipio y a la Provincia.
Vecinos del barrio Pellegrini denunciaron que desde el fin de semana pasado, comenzaron a percibir nuevamente los olores nauseabundos que emanarían de la planta de tratamiento de efluentes de la empresa Ovoprot.
Así lo hizo saber el “Grupo Víctimas de Ovoprot” a través de las redes sociales. En el comunicado, los frentistas linderos a la fábrica, recordaron que las autoridades provinciales clausuraron los vuelcos de efluentes “hasta tanto no se adecuaran convenientemente los piletones en los que se genera el mal olor”.
De esta manera, la situación que cíclicamente alertan los habitantes de los barrios Pellegrini I y II, Santa Silvina, Las Segundas Colinas, Las Quebradas, Ex- Fábrica Militar y El Alazán, vuelve a generar malestar entre los vecinos.
Luego de los reclamos efectuados durante el pasado mes de enero, en los que participó también la Municipalidad de Pilar, haciéndose eco de la protesta vecinal, residentes del barrio Pellegrini, unidos en el Grupo Víctimas de Ovoprot, lograron hacer llegar sus quejas a la Autoridad del Agua (ADA) y al Organismo para el Desarrollo Sustentable (OPDS), además de informar a la casa matriz de la compañía en Austria y a la embajada de ese país.
Luego de tantas idas y venidas, la situación parecía haberse solucionado. Había llegado la orden de clausurar los vuelcos de efluentes provenientes de la elaboración de huevo líquido y en polvo. “Si bien parecía que la empresa había decidido cumplir con lo ordenado en los últimos días, aparentemente, volvieron a violarse las disposiciones y el olor insoportable fue otra vez motivo de alarma para los vecinos”, indican desde Víctimas de Ovoprot.
Ante tal disyuntiva, los habitantes de los barrios más afectados planean dirigirse nuevamente a las autoridades provinciales y municipales “con el fin de hacer valer sus derechos a disfrutar de un ambiente no contaminado”, según expresaron en el comunicado.
Mientras tanto, los vecinos esperan una pronta respuesta ante la situación que parece haberse convertido en algo habitual en el barrio. Ruegan porque esta vez, la solución perdure en el tiempo y que no vuelva a reflotar como ahora sucede.
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