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El gremio estatal exigió la reincorporación de trabajadores cesanteados en masivas movilizaciones en todo el país. También rechazó la reforma previsional y pidió que se convoque a paritarias.
Con el objetivo de pedir por la restauración de puestos de trabajo para los empleados despedidos de dependencias nacionales, provinciales y municipales, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) impulsaron un paro que fue total a lo largo y a lo ancho del país. En este contexto, desde el primer minuto de hoy hasta el último se desarrollaron diferentes marchas y acciones gremiales –la más importante fue el acto central en la Plaza de Mayo después del mediodía- para intentar poner un freno a las “políticas de ajuste” impulsadas por el Gobierno nacional.
“Apoyamos todas las medidas de fuerza de las organizaciones que defiendan el derecho a un trabajo digno”, había expresado Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General de ATE Nacional, días atrás cuando anunció en conferencia de prensa la determinación de convocar a la jornada que tuvo lugar hoy. Además, en entrevistas concedidas a distintos medios televisivos, sostuvo que la administración de Mauricio Macri “genera pobreza en forma permanente, ya que todos los días se cierran fábricas, entes de control o producción para que esos servicios los brinden empresas privadas”.
De todas maneras, aunque los despidos en el Estado fueron determinantes, no representan el único motivo de disconformidad y reclamo en los participantes de la movilización. También mostraron su rechazo hacia la firma del Pacto Fiscal entre el Gobierno y las provincias y al Proyecto de Ley de Reforma Laboral. Y, por último, pidieron la derogación de la Reforma Previsional; el pase a planta permanente de los empleados precarizados; el cese de la “persecución política”; el desprocesamiento de todos los trabajadores populares; la inmediata convocatoria a paritarias y el 82 por ciento móvil para todos los jubilados.
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