Miles de evacuados y pérdidas materiales irrecuperables son la postal que deja otra vez el desborde del Río Luján. Cuáles son los daños que genera la construcción sobre humedales. Antecedentes históricos.
Las inundaciones han afectado desmedidamente a Pilar y alrededores desde el fin de semana pasado. Más de mil evacuados debieron dejar sus domicilios a merced del agua y de ladrones oportunistas que se aprovechan sin importar la situación. El río, llegó el martes a los 5,43 metros y superó así la crecida del año pasado.
Las culpas van desde la mala administración y falta de iniciativa política en lo relativo a la solución del tema del Río Luján, hasta las excesivas lluvias producto del fenómeno climático El Niño.
“El tema es sumamente complejo”, dijo a Resumen, Marina Lemos, presidente de la Asociación Patrimonio Natural. “La realidad es que no se están teniendo en cuenta los distintos factores que están afectando al tema de las inundaciones”, puntualizó.
Según Lemos, las medidas tomadas para limpiar el Río Luján estuvieron más cerca de ser un engaño hacia los vecinos que cualquier otra cosa. “La eliminación que se hizo de los humedales de la cuenca media y baja es muy grande, entonces con esa limpieza que hicieron no se llega a compensar ni un 1 por ciento de lo que se ha avanzado”, declaró.
“La limpieza del río, nosotros la recorrimos desde Luján hasta Pilar y más allá de sacar acacias negras no tocó ningún terraplén de los barrios que están a la vera del río. Entonces evidentemente no están atacando las causas que realmente están produciendo la inundación”, denunció.
La solución más lógica, según ella, hubiera sido detener los emprendimientos urbanísticos planeados.
Sus palabras se suman a la de otros varios especialistas locales que también acusan a la mala administración política de la situación, antes que caer en el facilismo de culpar a las inclemencias climáticas.
Lo cierto es que fenómenos climáticos como El Niño sí tienen injerencia en las abundantes lluvias y posterior crecida de los ríos. No obstante, de haberse tratado la situación de manera más eficaz, las inundaciones se podrían haber evitado.
“Hace más de 150 años que se sigue pensando en frenar el avance de las aguas como si se pudiera construir un gran caño de desagüe de la provincia de Buenos Aires y se culpa al cambio climático sin mirar los registros históricos de lluvia”, expresó en un comunicado la Asociación Civil Vecinos del Humedal. “La solución debería ser integral y mediante la participación ciudadana”, sostienen.
A esto se suma la opinión de Leopoldo Freisztav Marino, del Espacio Natura Naturata de Los Cardales, que declaró: “La demagogia electoral fracasó, la limpieza también, los negocios espurios no”.
“Estas inundaciones, previsibles y alertadas por la Comisión Asesora del Comité de Cuenca del Río Luján y muchas organizaciones sociales, son el resultado de años de connivencia de las autoridades de la provincia”, agregó.
Freisztav Marino apuntó al ministerio de Infraestructura, a la Autoridad del Agua (ADA), a las autoridades municipales, y al Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS), acusándolos de permitir grandes proyectos inmobiliarios cuya construcción es de carácter ilegal.
A este respecto, Marina Lemos, está del mismo lado que su colega. “Hay muchos de los barrios que están sobre los humedales que han sido construidos ilegalmente”, dijo. “Están ahí porque son ‘un hecho consumado’, como te dicen algunas de las autoridades”, afirmó.
Para solucionar esta situación, Lemos cree que lo que se debe hacer es una evaluación de la zona. Muchas áreas se podrían remediar y otras “lamentablemente deberán dejar de ser barrios cerrados y van a tener que devolver el espacio que le han sacado al río”.
“Creo que tenemos que empezar a pensar en el bien común y dejar de pensar de la murallita del barrio para adentro”, agregó.
A su vez, expresó nuevamente su disconformidad con las autoridades municipales y provinciales porque argumenta que muchos barrios recién están empezando y nadie hace nada para detener sus avances edilicios.
“Nosotros detectamos, inclusive en Manzanares, un barrio que se empezó a construir después del inicio de la limpieza del río, esas cosas hay que frenarlas y hacer una verdadera evaluación de la parte del humedal que se pueda recuperar”, sugirió.
Por su parte, Freisztav Marino dijo que se han permitido también invasiones territoriales “como las de Estancias del Pilar, Pilará, de Carmel o las de San Sebastián de Pilar, con casi 700 hectáreas de humedal, rodeadas de alteos artificiales de casi seis metros de altura a solo 100 metros del cauce”.
Esto, según él, le saca a la planicie de inundación la capacidad de almacenamiento transitorio de entre 20 y 40 millones de metros cúbicos de agua. La baja capacidad de escurrimiento de la cuenca media (entre Pilar y Escobar) es producto de este nuevo déficit de almacenamiento de las masas de agua.
“No quiero responsabilizar a los habitantes de estos barrios de lujo livianamente, son en su mayoría beneficiarios inconscientes del daño que producen a nuestro territorio y al ambiente, los que les vendieron estas ilusiones de lujo sí son co-responsables junto con la provincia”, continuó Freisztav Marino.
Y añadió: “Acudo en lo posible a que estos moradores tomen conciencia de la estafa que se ha hecho con ellos, y con nosotros sus vecinos”.
¿Qué son los humedales?
“Sencillamente los humedales son espacios que necesitan estar ocupados por el agua de forma intermitente. O sea, es un lugar bajo donde hay momentos del año en que van a tener agua y otros que no. La presencia del agua es transitoria en los humedales. Pero son lugares que los ríos necesitan para poder esparcir todo el exceso de agua que tienen”, explicó la presidente de la Asociación Patrimonio Natural.
En este sentido manifestó que son sistemas que funcionan como una esponja por el tipo de suelo que tienen. “Se encargan de retener el agua y a la vez hay zonas que la purifican y filtran para que pase hacia las napas”.
“Por eso se habla de que los humedales son la garantía del agua de nuestro futuro. Si nosotros eliminamos los humedales, dentro de unos años no vamos a tener agua dulce para tomar”, agregó.
Antecedentes de inundaciones
Como es de público conocimiento, las inundaciones provocadas por el desborde del Río Luján no son algo inédito. A lo largo de la historia hubieron varias otras en las que también el río se salió de su nivel normal y alcanzó a superar los 5 metros de nivel de cauce.
Si bien la más conocida por los pilarenses es la de octubre del año pasado, que llegó a medir 5,32 metros (11 centímetros por debajo del pico máximo de la de estos últimos días), han habido varios otros antecedentes en los pasados 50 años.
En octubre de 1967 cayeron 232 milímetros de agua en el lapso de tres días y el nivel del río alcanzó los 5,80 metros.
A mediados de los 80, hubieron otras dos inundaciones de repercusiones aún mayores. En mayo de 1985, cayeron 295 milímetros y el Río Luján creció hasta los 6,25 metros. Superándose ese récord en noviembre del mismo año cuando el nivel fue de 6,40 metros.
En 1988, en cuatro días cayeron 298 milímetros de agua y la crecida fue de 5,52 metros. Cinco años después, en noviembre de 1993, el Luján subiría hasta los 5,25 metros de nivel. Y esa fue la última gran inundación hasta la ocurrida el año pasado (5,32 metros) y la de esta semana, con sus 5,43 metros.
Estos antecedentes demuestran claramente que lo acontecido no es nada nuevo, que las obras hechas no han surtido efecto alguno y que excusarse detrás del calentamiento global es aceptar el desconocimiento que se tiene de la historia regional. La eliminación de los humedales, como la denominó Marina Lemos, es una problemática de valor agregado que comenzó en el segundo milenio con la proliferación de los countries y barrios privados.
“Nosotros hemos intervenido desde las primeras audiencias públicas, entre 2004 y 2005, para que las autoridades se dieran cuenta de que la construcción de barrios privados sobre los humedales iba a ser un problema para la comunidad”, dijo Lemos. “Obviamente, ni nuestra organización ni ninguna de la cuenca fue escuchada”, sentenció.
“Toda esa agua que hoy no está ocupando el barrio privado o la cancha de golf, está ocupando las casas de estos 1600 vecinos o más que están evacuados”, agregó.
¿Qué opina de las promesas electorales que dicen que van a sanear el Río Luján?
Creo que la comunidad tiene que informarse y participar. El problema del Río Luján no se soluciona simplemente con una obra. Ya se demostró con este tema de la limpieza. Lo que se le haga al Luján tenemos que pensar que puede ser algo que nos destruya el río para siempre, como ya ha pasado con el Reconquista y con el Riachuelo.
No he visto ningún planteo completo en cuanto a las acciones del Río Luján. Nosotros hemos participado de distintos espacios para brindar información. Pero creo que es una deuda que todavía se tiene en ese aspecto.
Las promesas políticas en relación al saneamiento abundan en temporada de elecciones, terminadas las PASO y ya de cara a las de octubre, y las obras realizadas no han favorecido en casi nada a la situación. La evidencia son la crecida, inundaciones y posteriores evacuaciones que se extendieron por todas las zonas aledañas al río en esta semana.
Pero mientras el foco se posa en estas medidas poco fructíferas, existe por lo menos un proyecto hecho por alumnos de una escuela pilarense cuya intención es ayudar a prevenir a los vecinos de situaciones como la acontecida.
¿Está al tanto del proyecto de sistema de alarma de evacuación preventiva hecho por los alumnos del colegio Mano Amiga?
Sí, nosotros estuvimos participando con ellos en la parte de brindarles todo tipo de información con respecto a los humedales. Realmente es una iniciativa que valoramos mucho porque es una forma de colaborar también con la comunidad.
Es una de las cosas que se deben tener en cuenta por estas poblaciones que están en riesgo. Por medio de distintas informaciones, se puede llegar a preparar a la comunidad frente al evento de la crecida de un río, como es el caso que estaban diagramando los chicos y que ganaron el proyecto. Eso fue muy valorado por nosotros.
Matías Mestas
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