La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó un paro de colectivos para el jueves, un día después de la medida impulsada por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que involucra a todos los servicios de transporte público y de carga. La decisión del sindicato liderado por Roberto Fernández de no adherirse al paro general de este miércoles, encabezado por gremios como Camioneros y los sindicatos aeronáuticos, refleja las tensiones dentro del sector.
La resolución de la UTA de realizar su propia huelga se produjo tras el fracaso de las negociaciones salariales con el sector empresario. Este lunes, en una reunión en la Secretaría de Trabajo, los representantes sindicales señalaron que los empresarios no presentaron ninguna oferta para mejorar los salarios de los choferes, quienes cobran un sueldo de poco más de 1 millón de pesos desde hace tres meses. La UTA busca un incremento del 25% retroactivo a agosto, pero al no lograrse un acuerdo, quedó liberada para tomar medidas luego del fin de la conciliación obligatoria que venció el martes.
Fuentes cercanas a la UTA explicaron que la decisión de no unirse al paro de la CATT responde en parte a una postura de independencia frente a los sectores sindicales liderados por Pablo Moyano, con quien Fernández mantiene históricas diferencias. Según un dirigente de la UTA, “no podemos quedar cautivos del moyanismo”, lo que marca una clara distancia del ala más combativa del sindicalismo.
La UTA fue uno de los sindicatos fundadores de la Mesa Nacional del Transporte, pero decidió ausentarse de las dos últimas reuniones de esta coalición, argumentando que prefería mantenerse en la negociación dentro de la conciliación obligatoria.
Esta ruptura entre los gremios de transporte abre interrogantes sobre el impacto de ambas medidas de fuerza. Mientras que la UTA asegura la operatividad de los colectivos durante el miércoles, lo que podría debilitar la huelga impulsada por la CATT, el paro del jueves afectará solo a los servicios de corta distancia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En tanto, la Mesa Nacional del Transporte, que agrupa a gremios como Camioneros, pilotos y metrodelegados, busca convertir el paro del miércoles en un virtual paro general, contando con el apoyo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), movimientos sociales y sectores universitarios.
En declaraciones radiales, Pablo Moyano anticipó que la protesta del miércoles será “muy importante” y cuestionó la decisión de la UTA de no adherirse: “Todas las modalidades de transporte se han adherido. Se informó que la UTA no para. Tendrán sus razones, los juzgará la historia porque no creo que los compañeros colectiveros estén viviendo otro mundo, ¿no?”.
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