La autopista Panamericana se convirtió nuevamente en escenario de un episodio insólito y peligroso. En la mañana del martes, alrededor de 12 caballos fueron avistados caminando libremente entre los vehículos que transitaban por el ramal Pilar, a la altura de la Avenida Olivos, en el partido de Malvinas Argentinas, poco antes del peaje de Tortuguitas y en el límite con nuestro distrito.
El hecho, captado por conductores que compartieron videos y fotos en redes sociales, rápidamente se viralizó en plataformas como X e Instagram.
El inesperado evento obligó al personal de Seguridad Vial a tomar medidas inmediatas para controlar la situación y garantizar la seguridad de los conductores y los propios animales. Tras un operativo coordinado, los caballos fueron retirados de la vía pública, restableciendo la normalidad en la autopista. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni accidentes como consecuencia de este incidente.
Según las primeras investigaciones, las autoridades locales intentan determinar el origen de los equinos y las circunstancias que llevaron a que se encontraran en plena autopista. Este no es un caso aislado: episodios similares han ocurrido anteriormente en la Panamericana.
Uno de los más recordados tuvo lugar hace algunos meses, cuando 46 caballos provenientes del Regimiento de Granaderos a Caballo se fugaron desde Campo de Mayo y recorrieron varios municipios del conurbano bonaerense, generando caos y peligro en su trayecto hacia la Ciudad de Buenos Aires.
En este nuevo incidente, se pudo observar en los vídeos a caballos de color marrón que se encontraban en las cercanías del puente y bajada del paseo de compras TOM. Las imágenes captadas con celulares muestran a los animales avanzando por el costado del carril izquierdo, mientras los vehículos maniobraban para esquivarlos y evitar accidentes. Este tipo de situaciones, aunque excepcionales, evidencian la necesidad de un mayor control sobre el manejo y la tenencia de animales en zonas cercanas a las autopistas.
Este fenómeno también pone en evidencia la vulnerabilidad de los conductores ante imprevistos de esta naturaleza. La presencia de animales en vías rápidas no solo genera riesgos de accidentes, sino también expone a los equinos a graves peligros.
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