La empresa multinacional H.B Fuller, que se dedica a la fabricación de adhesivos industriales, abandonará en los próximos meses el suelo argentino. La noticia sorprendió no solo a sus trabajadores, sino también al sector, que lamentó profundamente la decisión tomada por la compañía y la pérdida de los puestos laborales.
“Lamentablemente, sí, se va del país y hay casi 60 familias que, dentro de tres meses, se van a quedar sin trabajo”, explicó en diálogo con Diario Resumen el referente del Sindicato Químico de Pilar, Sixto De Santo.
Tras confirmar la información a nuestro medio respecto del cese de actividades de la compañía no solo en el Parque Industrial de Pilar sino en el país, De Santo hizo referencia a algunos de los motivos que habrían llevado a las autoridades de la empresa de capitales estadounidenses a tomar esta drástica decisión. “Lo que dijeron es que la situación del país para la empresa hace que no sea viable producir en Argentina. Desgraciadamente, esta situación económica está afectando mucho no solo a la industria, sino principalmente a los trabajadores y a las fuentes de trabajo”, aseguró.
En ese sentido, destacó que “la fábrica tiene la proyección que, dentro de tres meses cierra la planta porque no le es viable producir, eso es lo que argumentan”.
Consultado por cómo se ha tomado la noticia no solo entre los trabajadores sino mismo entre el Sindicato Químico, De Santo aseguró que fue algo inesperado: “una empresa de tantos años, dentro de la producción química en Pilar principalmente, después de casi 30 años que se vaya porque la situación económica del país, las ventajas impositivas que tiene en otros países acá no, entonces toman la decisión de dejar de producir acá”.
“Desgraciadamente la situación del país se está poniendo cada vez peor y las consecuencias, las pagamos los trabajadores”, indicó.
Consultado por las indemnizaciones que recibirán los empleados, De Santo explicó que no habrá problema con el cobro y todos tendrán lo que corresponda. “Le van a abonar a todos, lo que corresponda. Verán si se puede lograr que no sea tan drástica la ida del país, quizás preservar puestos de trabajo pero se verá. Problemas de dinero, no tienen, pagarán lo que corresponde porque la decisión de ellos fue porque no les es viable producir en el país”, indicó.
“Es una pena que las decisiones de las multinacionales sea que, lo primero en hacer, que no sea viable por ciertas situaciones y tengan mejores ventajas impositivas en otros países, entonces se van. No les importa la gente, nada. Les pagan lo que deben, a veces más, pero se retiran”, concluyó Sixto de Santo.
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