No por predecible, la noticia consternó a muchos pilarenses que conocieron y trataron al popular peluquero y bombero voluntario Roberto Avila. Tan sorpresiva fue la triste noticia como cuando se le detectó un tumor cerebral en febrero de 2022.
Desde ese momento tuvo residencia permanente en el domicilio de su pareja Laura Sopracase en la localidad de Castelar. Siempre comunicado con sus camaradas y amigos a través de las redes sociales, el mismo Roberto comentó cómo comenzó su odisea.
“El 22 de noviembre de 2022, regresando de Trenque Lauquen de una visita a familiares, tuve a 30 kilómetros de haber salido, un aparente episodio de ACV, requiriendo internación en terapia intensiva y luego intermedia, por espacio de 10 días -detalló en su momento el bombero-. Pasado este tiempo logramos el permiso médico para volver a Castelar donde vivo desde hace ya unos años, yendo ‘a mi rescate’ Marcelo Walter y Adalberto “el Vasco” Ipucha, dos grandes amigos que me dio la vida”.
“Ya en mi casa y a raíz de un síndrome epiléptico convulsivo, consecuencia del mismo ataque, fui nuevamente internado por varios días más. No conforme con el resultado de los diagnósticos, mi yerno Abraham Isaac me lleva a un neurólogo de la fundación Favaloro, donde se me realizan diferentes estudios que dan como resultado, que en realidad la causa que me produjo problemas motrices en el lado derecho de mi cuerpo fue un tumor cerebral, que obviamente hay que extirpar”, amplió.
Enterados de la delicada situación de su compañero, los bomberos de Pilar organizaron una actividad recaudatoria, para reunir fondos que permitieran aliviar los gastos de la intervención quirúrgica y la posterior rehabilitación.
“Durante este largo compás de espera, recibo el llamado del jefe de bomberos de Pilar, Martín Lucero, quien solicita mi autorización para que mis camaradas y amigos organizaran una pollada a fin de reunir dinero para la operación, a lo que le contesté que no hacía falta, ya que puse en venta mi auto y que si no me daban en los próximos días la autorización de IOMA iba a encarar el costo de la intervención en forma particular”, relató.
De todas maneras, la acción voluntaria de los solidarios bomberos de Pilar para con su colega se realizó en forma exitosa y lo recaudado se entregó a la familia de Roberto.
De acuerdo a lo que se había programado, a mediados de marzo de 2022 fue intervenido quirúrgicamente en la Fundación Favaloro. Según informaron allegados al paciente a Resumen en su momento, “todo salió bien y se extrajo el tumor cerebral en su totalidad”.
Sin embargo, el tumor volvió a recrudecer y a pesar de los esfuerzos para neutralizarlo, la salud de Roberto se fue deteriorando, hasta que lamentablemente falleció en horas de la madrugada de hoy.
Desde Bomberos Voluntarios de Pilar confirmaron que Roberto Ávila será despedido mañana en la Casa Velatoria Carruega, Estanislao Lopez (ex ruta 8) 1061, Pilar Centro de 8 a 11. Luego será sepultado en el Sector Bomberos del Cementerio Municipal Central de Pilar.
Un personaje carismático
Roberto Ávila vivió su niñez y adolescencia en Presidente Derqui. Por su carácter bonachón, simpatía y permanente buen humor, desde muy joven hizo muchos amigos. Estudió peluquería y abrió su negocio en un local comercial de la galería Lonquimay en Pilar, donde estuvo por muchos años, cuando decide mudar su actividad al lado de su domicilio sobre la calle San Lorenzo, cerca del paso a nivel del ferrocarril San Martín.
Siempre compartió su profesión con otras actividades paralelas, entre ellas un recordado paso como ordenanza en el Banco Provincia de Presidente Derqui. Luego ingresó como bombero voluntario en el cuartel de Pilar y paralelamente en los últimos años estuvo trabajando para el Municipio en el área de Defensa Civil. Ello, sin dejar su profesión que ejercía en sus días y horarios libres, en los últimos años en un local de Avenida Tomas Márquez y Belgrano, Pilar Centro.
Sobre la posibilidad de continuar con sus actividades le había confesado a nuestro medio: “Presiento que mi vida laboral atendiendo mi peluquería terminó. Esta hermosa profesión que me permitió formar una hermosa familia con María Inés, con cuatro hijos y seis nietos”.
Oscar Mascareño
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