Se denomina "Campaña Southtrac". La Universidad Austral, junto al CONICET, la UTN y el Servicio Meteorológico Nacional participan, al igual que científicos de Alemania y Chile.
La campaña Transport and Composition of the Southern Hemisphere Upper Troposphere and Lower Stratosphere (SOUTHTRAC), tiene como propósito conocer diversos aspectos de la estructura vertical de los procesos atmosféricos en el hemisferio sur, esto es, desde sus capas más cercanas a la superficie terrestre hasta a más de 90 kilómetros de altura.
El proyecto cuenta con la cooperación de investigadores del CONICET, de las Universidades Austral, UTN y de Cuyo y del Servicio Meteorológico Nacional, así como de varias decenas de especialistas de Alemania y universidades de Chile y del Instituto Antártico Chileno.
Va a posibilitar tener información en tiempo real de posibles turbulencias de la atmósfera a alturas que afectan a la aeronavegación”
Cinco serán las instituciones científicas alemanas involucradas: Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt (Munich), Forschungszentrum Jülich, Karlsruhe Institute of Technology, Universidad de Mainz y Universidad de Frankfurt.
Las bases operacionales del proyecto tendrán lugar en el sur argentino, concretamente se ubicarán en las localidades Río Grande (Tierra del Fuego) y El Calafate (Santa Cruz).
Etapas
La primera etapa de la campaña tendrá lugar entre septiembre y octubre de este año y se centrará en los llamados aspectos dinámicos de la actividad atmosférica, vinculados principalmente al comportamiento de las ondas de gravedad.
Se sabe que estas últimas tienen una incidencia fundamental en la circulación general de la atmósfera, en la determinación precisa de pronósticos meteorológicos y en la turbulencia que afecta la aeronavegación.
Esta parte contará con la participación de investigadores del CONICET de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Austral, que pertenecen al Grupo de Investigación en Dinámica de la Atmósfera, y que dirige Alejandro de la Torre, investigador principal del Consejo
“Al igual que sucede con el agua del mar, la atmósfera, lejos de estar en reposo, se encuentra permanentemente perturbada. Lo que nosotros hacemos es, justamente, estudiar estas perturbaciones u ondas atmosféricas, responsables del transporte vertical de energía y de cantidad de movimiento, para poder entender y pronosticar mejor el comportamiento de la atmósfera a escala global”, explica De la Torre.
La región donde se van a tomar las mediciones fue elegida porque es un sector de la atmósfera donde se sabe que existe una enorme actividad de ondas de gravedad, del cual, paradójicamente, se dispone actualmente de muy escasa información experimental.
El estudio de esta primera etapa, servirá, entre otras cosas, para conocer mejor las incursiones de aire frío. Además, va a posibilitar inferir también cómo funciona el vórtice polar ártico.
“Los modelos globales de circulación de la atmósfera que se usan para hacer el pronóstico no toman en cuenta la influencia de las ondas de gravedad. Poder incluirlas, además de permitir hacer mejores predicciones sobre el clima, va a posibilitar tener información en tiempo real de posibles turbulencias de la atmósfera a alturas que afectan a la aeronavegación”, explica De la Torre, cuyo grupo ya trabajó en numerosas ocasiones en el análisis de datos atmosféricos con varias instituciones extranjeras, algunas de las cuales forman parte de esta investigación.
La segunda fase de la campaña se realizará entre noviembre y diciembre de este año y será destinada al estudio de los procesos químicos y de composición de la atmósfera. Esta parte de la investigación involucrará dos proyectos distintos que cuentan con la participación de investigadores del CONICET de la regional mendocina de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
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