Jueves 21 de Noviembre de 2024

Enrique “Quique” Zúccaro, con internación domiciliaria

Recibe sesiones de kinesiología general en su casa y es trasladado en ambulancia para controles y exámenes en el Hospital Austral y consultorios privados de distintas especialidades. Ya ingiere alimentos no sólidos y permanece en cama ortopédica. Las seis costillas fracturadas soldaron y se rehusó a una intervención de clavícula y omóplato.


  • Martes 10 de Mayo de 2022
Quique Zúccaro

A 32 días de haber sufrido un fuerte accidente en Panamericana a la altura del kilómetro 42, cuando el auto Honda Fit que conducía colisionó contra el guardrail central de la autovía, Enrique “Quique” Zúccaro (40), hijo del exintendente Humberto Zúccaro, se encuentra con internación domiciliaria, siguiendo el consejo de los profesionales que lo atienden en el Hospital Universitario Austral, para evitar de esa manera cualquier posibilidad de una infección intrahospitalaria.

Para su madre, la profesora María del Carmen Rodríguez, la evolución favorable de su hijo “es un verdadero milagro”, ya que por las múltiples heridas y fracturas que sufrió, sus posibilidades de sobrevida cuando fue internado eran prácticamente de “menos del 1%” confió a Resumen la ex secretaria de Cultura y Educación durante el gobierno de su esposo.

Actualmente Quique se encuentra alojado en un ambiente de su casa, convertido por sus padres en una verdadera sala de cuidados intensivos.

“Acá cuenta con todo lo necesario para proseguir con su lenta recuperación –comentó a nuestro medio Carmen Rodríguez-, incluso hemos habilitado un sector como farmacia provisto con la totalidad de los medicamentos e insumos necesarios para su atención. Quique cuenta con atención médica y de enfermería permanente. Además viene una kinesióloga todos los días que le realiza masajes y algunos ejercicios. En cuanto a la concurrencia a los especialistas que lo atienden, lo vienen a buscar en ambulancia, lo trasladan y después de la atención lo traen nuevamente a casa. De hecho, hoy (por ayer) lo llevamos a San Miguel para una visita a la oftalmóloga que lo atiende”.

Tanto María del Carmen como su esposo, el doctor Humberto Zúccaro, están resignados a que la rehabilitación de su hijo llevará mucho tiempo. “De todas maneras, les confieso que espero con ansias el día en que pueda comenzar a pasearlo en silla de ruedas”, se ilusionó la madre de Enrique.

En cuanto a la continuidad de intervenciones quirúrgicas, Rodríguez confió a nuestro medio, que “por ahora están descartadas”, para agregar que “hay que tener en cuenta que tuvo dos operaciones muy cruentas y delicadas, hace muy poco tiempo y la verdad que las sufrió mucho, por eso el mismo se rehusó a que lo operaran de la clavícula y el omóplato esta semana”.

Hacia el final de la entrevista telefónica, la señora de Zúccaro pidió que a través de nuestro medio “llegue nuestro sincero agradecimiento a la señora que prestó su ayuda a Quique tras el accidente, a todo el personal médico del Hospital Sanguinetti, del SAME y el Hospital Austral ya que la actuación de todos ellos en los primeros momentos del accidente fue fundamental para hoy estar comprobando la positiva evolución de Quique. También a toda la gente que rezó y reza por la recuperación de mi hijo y a la que nos acompaña todos los días en forma presencial o a través de una llamada telefónica”.

¿Una pedrada en el espejo retrovisor?

Durante el amable diálogo telefónico con Rodríguez de Zúccaro, confió a Resumen una novedad con referencia a la posible causa del accidente. “Revisando las cámaras, tanto del Municipio como las de Autopistas, descubrimos en una de las imágenes que el espejo retrovisor del lado del acompañante, el vidrio aparece astillado, cosa que nos llamó la atención, ya que el espejo no estaba roto con anterioridad al accidente y tampoco se rompió con el choque, ya que la colisión fue del lado donde conducía Quique, por lo que se nos ocurrió que puede haber sido una piedra la que pegó en el espejo retrovisor y esto asustó a mi hijo y lo hizo hacer una mala maniobra que condujo al accidente”.

“Él nos dijo que lo único que recuerda es haber visto una luz muy fuerte antes de chocar y luego ya no recuerda más nada. Lamentablemente el espejo se desprendió durante el traslado de Panamericana a Pilar, impidiendo peritar la posibilidad de un piedrazo”, acotó.

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