Tras denuncia de ruidos molestos, clausuran fiesta

Con la llegada del buen tiempo parece que han llegado también las fiestas que, en más de una oportunidad, terminan molestando a los vecinos de todo un barrio. Esto ocurre en Agustoni y La Lomita, zonas que se han visto afectadas por las fiestas masivas que se llevan adelante en un predio ubicado en Granadero M. Gelves y Corrientes.

La denuncia llegó a Resumen de la mano de Antonia, madre de un pequeño con autismo que hace tiempo lucha para que su hijo pueda tener una buena calidad de vida. Antonia no solo contó lo ocurrido este pasado fin de semana, sino que, además, adelantó que el lugar ha sido clausurado preventivamente.

“Estas fiestas clandestinas se vienen reiterando. El sábado anterior había fiestas, pero no pensamos que era el mismo lugar que había vuelto a abrir. El año pasado en octubre habíamos presentado reclamos a la sede de Inspectores, en el Municipio. El sábado pasado, de nuevo, estaban haciendo las fiestas. Llamamos al COM y nos dijeron que ya estaban recibiendo llamadas de la zona”, relató Antonia.

Indicó, además, que le solicitó al Centro de Monitoreo que contactara a los inspectores porque “no se podía estar, el buffer, la vibración, no se podía estar”. “Nos dijeron que habían avisado a sede de Inspectores”, agregó.

Asimismo, junto a su marido se dirigieron a la entrada del predio que, de hecho, está lejos de su domicilio. “Fuimos, cruzamos el auto en la entrada, decididos a cortar la calle hasta que aparezca alguien y haga algo. Era la única manera en que mi reclamo fuese escuchado”, dijo.

Poco después se acercó al lugar un móvil del COM y los inspectores municipales: “ingresaron al lugar y, lo que me dijeron, es que no tenía habilitación de nada, no tenía permiso para hacer las fiestas que estaban haciendo. En el informe decía que había 400 personas”.

“Llegaron a clausurar el lugar, me informaron que mañana el informe estará en el Tribunal de Faltas”, comentó.

Antonia añadió que “no afecta solamente a una casa, son tres barrios que no dejan dormir cuando hacen sus fiestas” porque la parte trasera del predio da con el barrio Agustoni, La Lomita y Champagnat. En su caso incluso es peor, puesto que su hijo al tener autismo es extremadamente sensible hacia los ruidos fuertes: “le baja mucho el nivel de energía, a nivel físico, evolutivo. Lo baja muchísimo. Se altera, no puede escuchar ruido, no quiere que se le habla, esto le perjudica un montón”.

El objetivo de hacer la denuncia pública explicó, es porque con la llegada del clima cálido temen que las fiestas sean moneda corriente por lo que buscan haya una respuesta por parte de las autoridades ante la problemática. “No sabemos qué hacer, se viene repitiendo y no sabemos cuánto tiempo va a durar la clausura”, cerró.