Viernes 26 de Abril de 2024

Cuando el Unión se llena de amigos y de festejos


  • Miércoles 22 de Mayo de 2019
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Por auguzama Días pasados recibí vía WhatsApp, como corresponde a nosotros, los “pendeviejos”, una invitación de uno de los pioneros e infaltable concurrente de la entidad más antigua del distrito, el querido Club Unión de Pilar, el amigo Jorge Omar Vallier, “el petizo”, tal como, no sé porque, le decían de joven al conocido consultor inmobiliario. En la misiva Jorge me invitaba a una cena de amigos en el club, con la sencilla pero más que acertada alusión al festejo de sus “titantos” años. Allí estuvimos y, como era de esperar, disfrutamos junto a casi medio centenar de amigos, de una muy bien servida mesa y nunca más que agradable jornada. Al entrar nomás nos anoticiamos de cuántos eran los “titantos” que cumplía Jorge, eran nada menos que 78 jóvenes mayos, ya que una muy linda y rica torta mostraba orgullosa el número de años que el amigo festejaba. Casi podríamos decir que el salón del primer piso del Unión estaba “plagado” de pilarenses, sólo algún que otro foráneo se mezclaba entre los “herederos de Lorenzo López”. El anfitrión, con su verborragia de siempre, característica de su profesión, fue nombrando de pie y a su lado, a cada uno de los comensales, resaltando sus virtudes y sus defectos, esto último con su habitual picardía. Por supuesto no faltaron apellidos como los González, (uno de ellos, Abel, actual presidente del club), Martignone, Buide, Toppazzini, Ferrá, Bottarelli, los hermanos Lynn, Parra, Castro, Severini, Pachelo, Rombolá, Galvagno y muchos otros como el mismísimo Beto Ponce, al cual como era de esperar, se le hicieron más de una chanza relacionada con su profesión, que por otra parte, lleva con total respeto e hidalguía. Tras la semblanza del cumpleañero de cada uno de los presentes, fue un amigo de toda la vida, frustrado compañero de Colimba de Jorge, frustrado porque él hizo nada menos que dos años en Marina y “el Petizo”, se salvó. Pinky Bottarelli fue el encargado de relatar las anécdotas de Jorge cuando comenzó con su comercio de venta de discos y tocadiscos de RCA Víctor, allá por los años 60, y cuando comenzó con la feria de animales junto a su padre, el recordado Ramón Cipriano Vallier. Los “muchachos” pilarenses, porque siguiendo la vieja tradición del Unión, muchachas no había, disfrutaron de una buen servida cena, con lechón y todo, regado con un buen vino y champagne del bueno, con el cual todos brindaron por “otros” 78 de Jorge y, algunos menos ambiciosos, porque se repita a los 80.

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