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La Unión de Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, confirmó que los colectiveros se sumarán al próximo paro general que convocará la Confederación General del Trabajo (CGT). La medida de fuerza, que será el 10 de abril, dejará sin servicio a miles de pasajeros en Pilar y en todo el país. La interrupción del transporte podría generar un fuerte impacto en la economía local, afectando el comercio, la actividad educativa y el desempeño laboral de quienes dependen del transporte público.
A la adhesión de los choferes de colectivos se sumará también la interrupción del servicio ferroviario. Omar Maturano, titular del sindicato La Fraternidad, indicó que los maquinistas de trenes se plegarán a la protesta, lo que generará un impacto aún mayor en la movilidad.
Por otro lado, todos estos conflictos representan un grave problema para los vecinos de Pilar que utilizan a diario los ferrocarriles San Martín y Belgrano Norte para trasladarse, al igual que a aquellos que utilizan las distintas líneas de colectivos.
La medida será la tercera huelga general contra la gestión de Javier Milei, tras las jornadas de protesta del 24 de enero y el 9 de mayo. A raíz de esto, desde la central obrera argumentan que la decisión responde a un creciente malestar entre los trabajadores ante la falta de respuestas por parte del Gobierno frente a la inflación, la caída del salario real y las reformas impulsadas en el ámbito laboral.
El reclamo sindical se intensificó luego de la movilización de la semana pasada, en la que se registraron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Por otro lado, la protesta irá acompañada de marchas y cortes de calles en puntos estratégicos del área metropolitana, lo que generará un impacto aún mayor en la circulación. Además, se prevé que algunos sectores industriales y comerciales registren una baja en la productividad debido a la ausencia de empleados que no podrán llegar a sus puestos de trabajo.
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