Efectivos de Gendarmería e Infantería Nacional (alrededor de 300) expulsaron a trabajadores despedidos que permanecían en la planta de la multinacional reclamando la devolución de los 600 puestos de trabajo.
Después de casi dos horas de fuerte tensión en las que los efectivos avanzaron con gases lacrimógenos y camiones hidrantes, el operativo finalizó cuando los trabajadores que resistían el desalojo en la terraza de la planta bajaron del lugar, luego de que se produjera la rotura de un caño de gas.
Si bien hay discrepancias sobre el número de detenidos y de heridos, una abogada de los trabajadores despedidos aseguró que "cinco compañeros" fueron aprehendidos y hay otros "15 heridos". "Queremos saber quién es el jefe del operativo", reclamó la letrada. No obstante, Cristian Ritondo, ministro de Seguridad bonaerense dijo que los detenidos fueron tres, aunque el fiscal a cargo del desalojo, Gastón Larramendi indicó que “no hubo ninguno”.
Asimismo, unos 15 efectivos terminaron con lesiones. Y una mujer policía tuvo que ser trasladada a un centro asistencial con una fractura expuesta en su pierna producto de un fuerte golpe con elementos que los manifestantes habrían arrojado desde el techo. “Tenemos que lamentar a estos violentos. Espero que la mujer policía se recupere rápidamente”, dijo el ministro de Seguridad.
“Nosotros no cuestionamos el reclamo laboral, consideramos que es lícito, pero como todos los derechos no son absolutos, el derecho de reclamar no puede avasallar el de los demás. Más allá del derecho de propiedad, que es el motivo por el cual se solicitó el desalojo, está el riesgo ambiental generado”, finalizó el fiscal Larramendi.
Desde el Gobierno, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, aseguró que el Estado "está trabajando" para hallar una solución al conflicto. "El Ministro de Trabajo (Jorge Triaca) se está ocupando hace tiempo, está trabajando como en todos los casos cuando sucede esto, está trabajando el Estado para que esto salga de la mejor manera", sostuvo.
Por su parte, Ritondo, defendió el operativo. “Tuvimos una orden judicial de desalojo y la policía cumplió con todo el protocolo de seguridad. Cuando hay una orden judicial hay que respetarla. Somos el brazo de la justicia. La resistencia fue a los piedrazos y con matafuegos arrojados desde 15 metros”, indicó.
Por su parte, Patricia, una de las trabajadoras despedidas, dijo en medio de los disturbios que la ocupación de la planta respondió a la necesidad de “resguardar nuestros puestos de trabajo, porque quieren dejarnos en la calle”. “Los efectivos rompieron todo lo que había adentro”, señaló el delegado gremial de la Comisión Interna de Pepsico, Camilo Mones, quien resistió en la terraza de la planta junto a unos 20 trabajadores.
“Esta situación no se aguanta más. (Los efectivos) llegaron y avanzaron brutalmente, vinieron a los palazos, con el gas pimienta directo a los ojos de los trabajadores”, señaló el diputado nacional del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño.
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