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El fiscal Álvaro Garganta aclaró que las instrucciones fueron dirigidas a la Policía provincial. El Ministerio de Educación aclaró que continuarán implementando sus protocolos.
El fiscal de La Plata, Álvaro Garganta, quien dispuso cambios en el plan de acción ante amenazas de bomba en las escuelas, aclaró ayer que el protocolo de evacuación de la Dirección General de Cultura y Educación continúa vigente, y que sus instrucciones fueron dirigidas a la Policía provincial, pero sin perjuicio de las medidas que tome la cartera que conduce Gabriel Sánchez Zinny.
"El oficio librado de fecha del 9 de agosto, en relación a los casos de Intimidación Pública, (…) está dirigida a la policía provincial y como no podría ser de otra manera es sin perjuicio, de las medidas y/o utilización de protocolos, que la Dirección de Escuelas a su digno cargo estime pertinente tomar ante estos eventos, en los establecimientos que resultan amenazados", señaló Garganta mediante una carta dirigida a Sánchez Zinny.
Desde el Ministerio de Educación bonaerense indicaron que continuarán implementando sus protocolos de seguridad en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, que incluyen la evacuación de los alumnos mientras el personal policial y de Bomberos revisa los establecimientos.
La resolución, firmada por el titular de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) N° 11 de La Plata, especificaba que "para los casos de amenazas de explosivos en establecimientos escolares, de cualquier tipo, donde el único elemento probatorio que acredite la verosimilitud de esto sea la llamada recibida, esto es, que ni las autoridades, ni el personal, ni el alumnado ha percibido en el edificio ningún paquete, bulto u objeto extraño, no se ha visto ingresar o salir personas u automóviles ajenos al edificio y/o cualquier otra circunstancia excepcional; la actuación policial se limitará a convocar de inmediato a los técnicos de explosivos, a los fines de realizar una inspección sobre el lugar. Y sólo si estos encuentran algún objeto que sea necesario explorar, se realizará un perímetro a sus alrededores o se evacuará el edificio, según ellos dictaminen".
La orden generó polémica por el riesgo que representa no evacuar los establecimientos y porque la medida se recostaba sobre la responsabilidad de los directivos.
"Nos llamaban las responsables de las escuelas y nos pedían frenar esta ola. Es una decisión que tiene riesgos, pero también es peligroso poner centenares de niños en las calles, parques o plazas sin tener la formación o los recursos humanos para esa movilización", manifestó Garganta.
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