Jueves 25 de Abril de 2024

Piden justicia por el menor que falleció luego de ser golpeado por una columna


  • Viernes 14 de Noviembre de 2014
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Julio Rosso, padre de David, cargó contra el pastor responsable del templo evangélico en el que ocurrió el hecho. “No me interesa la plata, sino que este hombre pague por todo lo que hizo”, expresó. Hace dos semanas, David Rosso, de 8 años, falleció en el Hospital Austral luego de 28 días de pelea contra múltiples heridas causadas por el desplome de una columna de alumbrado, que se encontraba en el predio perteneciente a un templo evangélico en Manuel Alberti. Desde entonces, Julio Rosso lucha en reclamo de justicia contra el pastor responsable de la iglesia, quien se comprometió a colaborar con la internación del menor pero se desentendió de la situación días después. En diálogo con “La Mañana de Resumen”, de FM Del Sol (91.5), el padre del menor señaló que “las columnas de alumbrado que estaban dentro del terreno fueron sacadas por el dueño de la iglesia, y aún no sé por qué. Parece que está tapando evidencias pero lamentablemente para él hay fotos y relatos de los creyentes de la iglesia”. “Medían dos metros de altura y de ladrillo grande. A mi hijo le pega en la parte del pulmón derecho y le arrasó hasta abajo. No lo aplastó, sino que lo golpeó. La columna tenía un solo fierro y no tenía ni cemento, pegada con cal”, graficó. Respecto del compromiso asumido por el pastor, Rosso apuntó que “puso los primeros 75 mil pesos para que mi hijo pudiera entrar, y me dijo que se hacía cargo de los gastos y todo lo que pudiera pasar de ahí en más. Después de la primera intervención, los médicos vieron que el golpe le había generado rotura de pelvis, fémur, intestinos, hígado, riñón, vasos sanguíneos, derrames internos y agua en los pulmones”. “Lo intervinieron, le hicieron diálisis y fue mejorando, pero la cuenta siguió incrementándose y llegó a un precio de 500 mil pesos. Le llevé la factura al pastor y lo primero que atinó a decirme que esto le salía igual que un auto de alta gama, que era una barbaridad. Ahí empezaron los problemas”, lamentó. Asimismo, afirmó que “como responsable de la iglesia se tendría que haber hecho cargo de todos los gastos, que lamentablemente no lo hizo. Puso 305 mil pesos de su bolsillo, pero siempre a nombre de mi hijo, y no de él, por lo que la deuda que tengo que pagar es ya de 2 millones de pesos”. Luego del trágico deceso, el pasado 1º de noviembre, Rosso hizo la denuncia. “Me presenté en la fiscalía para que se haga cargo de lo que pasó. Lo único que quiero es justicia por mi hijo, porque tuvo un accidente y hay un culpable, pero no quiere hacerse cargo”, agregó. “Como pastor espiritual, lo mínimo que tendría que haber hecho es venir a dejarme el pésame y parece que no le importó. A mí no me interesa la plata, sino que este hombre pague por todo lo que hizo. Ni todo el oro del mundo va a devolverme a mi hijo”, concluyó.

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