Bajo este método, los delincuentes ingresan a los hogares derribando las puertas a golpes y patadas para desvalijarlos. Al robo ocurrido en Villa Morra, se sumó otro en Monterrey Sur, aunque de características más violentas.
En los últimos días, una nueva modalidad delictiva comenzó a crecer entre los casos de inseguridad ocurridos en el distrito, conocida como los “rompepuertas”, en la que los delincuentes derriban las puertas de las casas a golpes y patadas, para luego desvalijarlas.
Este accionar fue utilizado el martes por la noche, cuando un grupo de ladrones ingresó en una vivienda de Villa Morra, y se repitió el pasado sábado, en el barrio Monterrey Sur de la localidad de Presidente Derqui.
En esta oportunidad, tres individuos ingresaron rompiendo a patadas la puerta de una vivienda, situada en un sector cercano al arroyo Pinazo, límite natural con el vecino partido de José C. Paz.
Hace unos meses, la noticia del pedido de ensanchar el cauce del arroyo para evitar el cruce de malvivientes había llegado a medios nacionales y motivó urgentes trabajos de dragado realizados por el Municipio.
Magro botín
Volviendo al hecho delictivo, la irrupción de los delincuentes a la vivienda se produjo alrededor de las 4 de la mañana, cuando una señora mayor dormía junto a su hijo de 31 años. “Los ladrones fueron muy violentos y de hecho terminaron baleando al hijo de Mary”, comentó en el programa “La Mañana de Resumen”, de FM Del Sol (91.5), Verónica, una vecina lindera a la familia asaltada.
“El joven se recupera de una herida de bala que recibió en una pierna. Hacía una semana que había empezado a trabajar en el Parque Industrial, por intermedio de una agencia de trabajo, y ahora teme que lo dejen cesante”, refirió.
Para colmo, su madre está iniciando los trámites para jubilarse, y los únicos ingresos que percibía eran los de su hijo. “Todo por un celular, que fue lo único que se llevaron, aparte de otras pavadas”, contó consternada Verónica.
Lo que más perturba a los vecinos es que este tipo de robos se repite los días de lluvia y tiene explicación por el pésimo estado de las calles. “Cada vez que llueve tememos que un hecho como este se repita, afirmó la entrevistada”.
“Ni bien nos enteramos del hecho, llamamos al 911, vino un patrullero y se quedó encajado; al rato vino otro para auxiliarlo e, intentando remolcarlo, rompió el embrague. Esta situación la conocen los delincuentes que llegan a pie y se llevan lo que pueden”, apuntó la vecina.
Asimismo, confirmó que los vecinos exigieron a las autoridades municipales la urgente pavimentación de la calle Colombia “porque es la vía que utilizan los ladrones para llegar”.
“Nos consta que la policía, los móviles del SAP y de Prevención Ciudadana patrullan el barrio, pero solo cuando se puede transitar, los días de lluvia ni aparecen, porque saben que no pueden entrar”, denunció.
Con respecto a los trabajos prometidos para construir un solo puente peatonal y prevenir de esa manera al máximo la llegada de gente indeseable desde José C. Paz, Verónica afirmó que “las palmeras llegaron, pero estamos esperando todavía que las coloquen y ya pasaron varios meses de la promesa que nos hizo el Municipio”.
Con respecto a la sensación de los vecinos ante la reiteración de días lluviosos, la vecina comento que “la gente está muy asustada”. “Es la realidad que nos toca vivir hoy en día como se escucha en los medios de comunicación. Tenemos que agradecer que estamos vivos más allá de las pérdidas materiales. Ya no estamos seguros ni dentro de nuestros hogares”, concluyó.
Dejar un comentario