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Cinco vigiladores del Country Carmel están sospechados de ser partícipes necesarios. Las audiencias, que serán en la Unidad Funcional de Instrucción II de Pilar, iniciarán el jueves.
Otro giro en la causa judicial por el asesinato de María Marta García Belsunce. Durante la jornada del jueves, cinco hombres que trabajaban en la vigilancia del Country Carmel cuando ocurrió el crimen -el 27 de octubre de 2002- fueron convocados a declarar por María Inés Domínguez y Andrés Quintana, los nuevos fiscales que están a cargo de la causa, cuya carátula se mantiene como homicidio en ocasión de robo.
Estas indagatorias fueron solicitadas por el abogado Gustavo Hechem, defensor de la familia García Belsunce, luego de que fueran imputados Nicolás Pachelo –ex vecino de la víctima- y su ex esposa, Inés Davalos Cornejo, quienes ya prestaron declaración y expresaron su inocencia. A partir del jueves, durante varios días harán lo propio José Ramón Ortíz (40), Ramón Alfredo Acosta (38), Víctor Hugo Contreras (39), Norberto Glennon (52) y Eduardo Walter Vera (41).
De ellos, Ortiz y Glennon ya se realizaron análisis de ADN para que su perfil genético pueda ser cotejado con dos NN masculinos encontrados en la escena del crimen, pero en ambos casos los resultados fueron negativos. Ahora, se prevé que Acosta, Contreras y Vera se realicen también la extracción de sangre para que cada una de ellas pueda ser peritada.
Los fiscales estiman que, el día del crimen, algunos de los sospechosos debían empezar a trabajar a las 19 y otros terminaban su turno, por eso lo que quieren investigar es qué estaban haciendo a las 18.30, el horario en el que habrían asesinado a García Belsunce. “En concreto, la sospecha es que alguno de ellos pudo haber estado dentro de la casa robando y cometiendo el crimen y otros afuera haciendo de campana. O que mintieron para encubrir y ayudar a alguien”, reveló a la agencia Télam una fuente judicial.
En este contexto, los primeros en ser indagados serán Acosta, que el día del homicidio trabajó de 7 a 19 haciendo una recorrida por el interior del country en un carrito; y Contreras, el encargado de vigilar a Pachelo. Le seguirán Ortiz y Glennon, y el 5 de enero declarará Vera, quién era el encargado de turno y al momento del crimen también cumplía horario laboral.
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