Un joven de 21 años denunció que en su trabajo, en un call center, fue acosado. Junto a su abogado están llevando la causa y él espera que su voz, sirva de ejemplo a otras víctimas.
Las historias de acoso o abuso sexual en diversos ambientes, lamentablemente, no han dejado de crecer. Quienes denuncian si bien en muchos casos llevan lo ocurrido a la justicia, en otros deciden utilizar las redes sociales para alertar y concientizar a otros sobre lo que ocurre.
Maximiliano tiene 21 años, trabajaba en un call center pilarense para una concesionaria reconocida y en un tweet que tenía como objetivo primordial promocionar que estaba vendiendo productos de limpieza debido a que no estaba trabajando más en aquel lugar, relató que se había quedado sin empleo tras sufrir una situación de acoso sexual.
La pesadilla comenzó en 2018, cuando el joven consiguió el empleo y al poco tiempo, las situaciones de acoso comenzaron a darse. Fue recién hace unos meses que logró dejar atrás todo lo ocurrido e iniciar el camino para sanar.
Primero, fueron chistes, luego, insinuaciones sexuales llegando al acoso sexual físico. “Era mi primer trabajo, él 50 años, yo no sabía qué era el mundo laboral. Empezó de buena manera, a eso siguieron los chistes con propuestas sexuales que primero, lo tomé como chiste. Después esto se incrementó”, explicó Maximiliano a
Diario Resumen.
El relato del joven describió luego la situación que, para él, fue el punto de quiebre entre lo que podría ser tomado como un “chiste” en el ambiente laboral y una situación que, claramente, estaba fuera de lugar: “me pidió que levantase algo del piso, me agaché y ahí me agarró de la cintura y me llevó contra su cuerpo. Eso fue el límite, pero previo hubo propuestas sexuales concretas”.
Maximiliano se negó en cada oportunidad a mantener cualquier tipo de contacto que no fuese laboral con este hombre, pero asegura que esto llevó a que él lo hostigara. “Empezó a hostigarme, me difamaba, me aislaba del resto”, contó.
Empezó de buena manera, a eso siguieron los chistes con propuestas sexuales que primero, lo tomé como chiste. Después esto se incrementó”
Ante el constante estrés que provoca este tipo de situaciones, el cuerpo del joven colapsó y ahora se encuentra realizando un tratamiento junto a psicólogas y psiquiatras que, a diario, lo ayudan a sobrellevar lo que ha ocurrido y lo que ocurrirá: “todo derivó en que me desmayé en el trabajo, me sentía morir. Me asistieron, me controlaron, lo físico dio bien y me derivaron a psicólogos y psiquiátricas. Me explicaron que estaba teniendo ataques de pánico”. Desde ese momento, lamentablemente, le dieron una licencia psiquiátrica.
Maximiliano aseguró que nunca esperó que ese simple escrito en una red social, que poco decía sobre lo que ha vivido, llegase a recorrer el mundo pero sí espera que sirva para que quienes estén viviendo una situación similar, se animen a contarlo. “Hay que tomar conciencia de esto. Esto pasa a mujeres, pero también a hombres y por vergüenza, pudor, machismo, no lo cuentan. Lo sufrimos y lo padecemos”, dijo.
Junto a su abogado, Leandro Santalíz –que lo ha acompañado en todo el proceso– han enviado una carta documento denunciando la situación que atravesó en los últimos meses pero la empresa aún no hizo eco de lo ocurrido. “Rechazaron todo, negativa total, nunca me llamaron ni para saber qué había pasado. Estamos en esta situación, mi abogado me está asesorando en todo”, aclaró.
“Es todo un caos, me angustia, no puedo creer que esté pasando esto. Cuando tocan tu cuerpo sin tu voluntad, es espantoso. Realmente, el mensaje que quiero dar es que todos los que sufran esto no deben naturalizarlo, primero está la integridad, el cuerpo, el bienestar propio, que puedan poner ese límite si algo ocurre”, concluyó Maximiliano.
Los tweets y la repercusión en las redes
“Hola! Me da vergüenza esto pero me quedé sin laburo (porque sufrí abuso sexual). Volví a la casa de mi mamá y mis hermanos por la situación. Estoy vendiendo productos de limpieza. Soy de Pilar, Buenos Aires. Con un rt me ayudas un montón. Yapeyú 1169. Gracias”, escribió el joven en su twitter,
@maxuiel.
Las respuestas de apoyo no tardaron en llegar pero, como siempre ocurre, también hubo quienes dudaron de las palabras del joven. Sin embargo, él se mostró implacable ante su decisión de contar su historia buscando que, quizás, todos podamos dejar de normalizar el acoso o el abuso en las distintas áreas de la vida.
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