Sábado 23 de Noviembre de 2024

Historias que hacen Historia: Hugo, Nando y el Turismo Mejorado


  • Miércoles 30 de Mayo de 2018
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Por Auguzama Esta semana una noticia lamentable despertó mi inspiración y por ende, florecieron los recuerdos. Un conocido y destacado vecino nos dejó para siempre, el señor Fernando “Nando” Arana. Más allá de su vida personal, de bajo perfil y austera, los recuerdos fueron para su hobby de la juventud, el negocio de los autos y el deporte de los fierros. Corrían los años 60 y Pilar, vaya a saber por qué motivo o inspiración de la Asociación Argentina de Pilotos, se había transformado en sede de la largada de uno de los grandes eventos automovilísticos de la época, el Gran Premio Turismo Mejorado en el que autos denominados de calle, eran mejorados en su performance y mecánica, respetando ciertos límites y reglamentos, y se inscribían en esta competencia que llegó a nuclear a automovilistas de todo el país y del extranjero. Máquinas impensadas en estas épocas, como los “De Carlo” 700 o los NSU, autos de una escasísima cilindrada o los Auto Unión, los Graciela, los Siam Di Tella o los potentes Studebaker y hasta algunos impactantes bólidos como eran los Mercedes Benz, ya en esa época, se largaban a las rutas del país recorriendo provincias en varias etapas, largando desde Pilar hasta Villa Carlos Paz y de allí a las rutas de provincias aledañas. En Pilar los primeros audaces que se largaron a la aventura fueron tres, los propietarios de la agencia de autos “AVA” Automotores, nombre que llevaba las iniciales de los tres socios, Arana, Vidal y Alberini. El primero y el tercero eran hijos de Pilar, como lo llamamos ahora “NyC”, y Vidal era el incorporado a nuestro terruño, pero no tan renombrado en ese momento, por su actuación en las competencias. Hugo Dante Alberini, “el Cabezón” como se lo llamaba afectuosamente, y Fernando “Nando” Arana era la dupla más nombrada y seguida por la comunidad tuerca pilarense y por los vecinos comunes en general, pues el deporte no sólo despertaba la atracción de los amantes de los autos, sino a todos los pueblerinos que gustaban de una espectáculo realmente atractivo y concentrador de multitudes. Vaya a saber por qué y por quien, se decretó que la largada sería a las puertas de la sede Pilar del Automóvil Club Argentino, el famoso ACA. Centenares de pilarenses se juntaban a partir de las 9 o 10 de la noche con el apuro de conseguir lugar para ver bajar la bandera a cuadros, exactamente a las 12 de la noche. Exactamente a esa hora, el jefe comunal que en ese entonces era el recordado radical Andrés “Yayo” López, junto a autoridades del Automóvil Club, de la Asociación de Corredores de Turismo Mejorado, miembros de instituciones pilarenses y del gabinete municipal, tomaba en mano la bandera a cuadros y comenzaban a largar uno por uno los autos, según sus categorías. Los socios, amigos y camaradas Hugo y Nando estaban dentro de primer pelotón, dado a las cilindradas de sus cupé DeCarlo 700. La historia contaba que el primero era impetuoso, enérgico y se jugaba el todo por el todo con su pie derecho, pisando el acelerador y, muchas veces continuaba en carrera salvando muchas etapas, pero otras su energía lo traicionaba y a pocos kilómetros de la partida, rompía el auto. Nando en cambio, siempre con su andar tranquilo, metódico y cauto, tal vez concretaba marcas más austeras, pero siempre completaba el recorrido sin rasguño alguno para su pequeño bólido. “Nando siempre da toda la vuelta al Gran Premio” decíamos los pilarenses. Seguían partiendo los vehículos y ya cuando los brazos del jefe comunal se cansaban alguno de sus colaboradores o de los representantes de instituciones deportivas, tomaban la posta y continuaban con la tarea de bajar la bandera a cuadros a los pilotos. Antes de cerrar la categoría menor en cilindrada, se hacían presentes los NSU Prins, y en algunas oportunidades, en una de ellos se asomaba otro recordado vecino de aquella épocas, muy pintoresco por cierto, el más que conocido “Teniente Rosas”. Tras unos minutos de calma ya que los pilarenses ya estaban en carrera rumbo a las sierras de Córdoba, el tumulto se convulsionaba con la llegada de dos famosas corredoras a nivel mundial, “Las suecas” como se las llamaba por su nacionalidad que, precisamente venían desde su país con su BMW especialmente para participar de estas competencias y, siempre encabezaron la nómina de ganadores y primeras figuras del espectáculo tuerca de la época. Más tarde, año tras año, se fueron sumando pilarenses que participaban de las competencias, siendo uno de ellos el recordado Roberto Pachelo que junto a Hugo y Nando integraban el equipo de Automóviles Alvear, concesionaria oficial de la marca Fiat en Argentina quien ponía en las pistas los primeros Fiat 1500. Entre otros más tarde se sumaron Antonio “El Gallego” Castro, que corría representando a la firma Chevrolet con el modelo 400; el conocido vecino Pedro Bottarelli, Hugo Lavallén, y hasta el mismo Vasco Oyhanart pasó por esa popular categoría. Foto: Florencia Sobrero

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