Ángel Ariel Farías, el padrastro de Thiago, el nene que murió el viernes en el hospital de Pilar por fuertes golpes, quedó imputado por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido contra una menor de 18 años y por la situación de convivencia en concurso real con homicidio”.
Los fiscales Andrés Quintana y Carolina Carballido indagaron ayer a Farías, a través de la plataforma Zoom, y si bien su defensor le había aconsejado negarse a declarar, quiso dar su versión y se manifestó inocente de los cargos por los que lo acusan.
Una fuente judicial indicó a Télam que en su descargo “negó los hechos, dijo que nunca se quedaba solo con el menor, que no era un enfermo mental que le haga esas cosas a un niño, que ayudaba a criarlo y que el lunes el nene se quedó en la casa de la abuela, sugiriendo que quizás allí pudieron haberle ocasionado el golpe que le causó la hemorragia durante varios días”.
Según la misma fuente, el imputado también se quiso desligar del abuso de vieja data con la excusa de que estuvo 25 días preso por “encubrimiento” en General Rodríguez y que salió en libertad el mes pasado, por lo que los fiscales ya solicitaron un informe de antecedentes para constatar si existe esa causa y para verificar las fechas de esa supuesta detención.
El caso se inició el viernes pasado cuando el niño fue llevado por su madre y su padrastro a la sala de primeros auxilios del barrio Agustoni.
Según lo que contó la pareja, el niño se puso morado y se desvaneció alrededor de las 13.30 cuando estaban preparando el almuerzo.
Por tal motivo, fue trasladado por una ambulancia hasta el Hospital Sanguinetti, donde llegó en paro cardiorrespiratorio y fue reanimado y sometido a una operación.
El niño incluso llegó a ser trasladado al hospital pediátrico Falcón de Del Viso, pero ante un nuevo paro cardiorrespiratorio, fue llevado nuevamente al Sanguinetti, donde finalmente no pudieron volver a reanimarlo y falleció.
Los médicos le dieron inmediata intervención a la policía, ya que por algunos signos que vieron sospechaban que el menor de edad podía haber sido víctima de maltrato.
La causa recayó en el fiscal Andrés Quintana, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Pilar, quien ordenó la autopsia que confirmó la sospecha de los galenos.
El sábado, los médicos forenses del Cuerpo Médico de San Isidro -algunos de los cuales participaban de la junta médica de la causa por la muerte de Maradona-, realizaron la autopsia y le informaron al fiscal que la causa de muerte del niño era una “hemorragia introabdominal por desgarro traumático de mesocolón”.
Según detallaron las fuentes, esa hermorragia databa de tres días y fue producida por un fuerte golpe que el niño había recibido en el abdomen.
Pero además, los forenses descubrieron que el menor tenía signos de haber sido víctima de abuso sexual en un período de entre 7 y 45 días antes de su fallecimiento y también algunas lesiones de quemaduras de vieja data en distintas partes de su cuerpo.
Con el resultado de la autopsia, el fiscal Quintana ordenó la inmediata aprehensión del padrastro que convivía con el niño, identificado como Ángel Ariel Farías (28), y se dispuso la intervención conjunta con la UFI especializada en Violencia de Género de Pilar, a cargo de la fiscal Carolina Carballido.
Los fiscales también constataron que el padre biológico del niño está detenido (había incendiado la casa de la madre de Thiago mientras cursaba su embarazo) y ordenaron la revisión médica de las otras dos hermanas del nene fallecido, dos niñas de 5 y 8 años, que de acuerdo a las constancias no tenían ninguna lesión ni signo de abuso.
Los voceros revelaron que para Quintana y Carballido la causa está en plena está en pleno trámite y por ello, al margen de la detención del padrastro, se investiga también a otros miembros del entorno del niño, incluso su propia madre, ante la posibilidad de que estuviera al tanto de los maltratos que sufría su hijo y no los denunciara.
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