La Plata ha tomado un valor sentimental muy grande para Héctor “Lali” Cordone y toda su familia, debido a que el autódromo de dicha ciudad fue el escenario que lo vio alzarse por primera vez con un título que le venía siendo tan esquivo como el de la TC 1100 de ALMA. Después de una gran temporada, en la que consiguió hacerse con la victoria en cuatro ocasiones, se sobrepuso a las dificultades que le presentó el último desafío del año y gritó campeón.
Una gran emoción fue la que mostró Héctor Cordone en la entrevista brindada a Diario Resumen, donde expresó lo que genera que tanto sacrificio tenga su recompensa. “Después de tanto tiempo buscarlo y estar peleándola, la verdad que se siente como sacarse una mochila de encima. Muchos años siendo protagonistas y perdiéndolo por poquito, por suerte nos pudimos sacar ese peso”, comenzó relatando.
A la hora de buscar los motivos de porque en esta ocasión se le pudo dar lo que tanto se le venía negando, el piloto encontró uno importante. “Cálculo que se dio porque fuimos más regulares, el auto nunca se paró por problemas mecánicos solo por algún toque que tuvimos y por eso creo que la regularidad fue la clave de todo”, mencionó.
Todo no fue color de rosas para el representante de nuestro distrito, quien tuvo que atravesar por situaciones que ponían en duda su campeonato. “Arrancamos haciendo la pole y después en la serie se venía un diluvio y no quise arriesgar nada, me mantuve en pista y salimos segundos cerquita del primero. En la final sufro un toque cuando venía segundo y estaba mejor que el primero que me venía frenando, por tratar de superarlo para escaparme y cuando lo paso siento el toque de atrás que me hace pasar de largo”, señaló.
“Quedamos 10° y se nos puso difícil el tema del campeonato, sabíamos que séptimos nos daba para salir campeón por más que el otro rival gane y ahí recuperamos, pasamos dos autos y después se quedó uno y cuando quedamos sextos en pista me tranquilicé”, agregó en relación a cómo se sobrepuso ante la adversidad.
El cruzar la meta tiene un valor fundamental para los pilotos y es un momento de éxtasis en el que ocurren muchas cosas en su mente, por eso le preguntamos a Lali qué sintió en ese momento en que se coronaba. “Se me vino la imagen de mi papá que la sufre y trabaja; por eso se tiene que llevar todos los laureles, ya que tuvo unos años complicados de salud, pero siempre esta ahí firme sin bajar los brazos; así como también la familia y los seres queridos”, expresó.
También valoró la mano de su padre en esta conquista, “lo mejor estuvo en lo hecho en el taller, donde se trabajó para que el auto no se pare nunca, porque se cambiaron elementos y se controló todo”, manifestó.
Además, este logro tiene el plus de haberlo conseguido en una categoría que disfruta tanto como la TC 1100. “La clase es la más linda y la más competitiva, donde los autos van más rápido en lo que se refiere a los Fiat 600 y hay pilotos muy buenos que hacen que la competencia sea pareja y esperemos que siga así”, afirmó.
En cuanto a lo que espera para 2022, el pilarense no se mostró muy optimista en cuanto a sus posibilidades de defender el título. “Ahora tenemos un montón de ganas, pero hay que poner los pies sobre la tierra. Está complicado el tema del presupuesto y estamos evaluando que hacer, sabemos que vamos a ir lo que no sabemos es si vamos a poder hacer todo el año. Ojalá mejore toda la situación del país así podemos completar el año, pero en principio tenemos la idea de ir solo a un par de carreras”, cerró.
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