El pasado martes 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, el Club Social Unión de Pilar agasajó a altos jefes militares que tuvieron destacada participación en el conflicto armado con Gran Bretaña entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982.
En el marco de una cena de camaradería con socios de la centenaria entidad social pilarense, fueron invitados el general (RE) Rodrigo Alejandro Soloaga; el brigadier (RE) Horacio Mir González y el coronel (RE) José Sosa, quien además de ser veterano de Guerra es socio del club. Acompañó a los invitados especiales el general (RE) Juan Carlos Solari, quien se desempeñara en el Comando de la Brigada Quinta, con base en la provincia de Tucumán. Solari es familiar del vicepresidente del Club Unión, Jorge Vallier.
A los postres de la amable reunión el presidente de la entidad anfitriona Daniel Castro y su vice Jorge Vallier entregaron sendos diplomas a los agasajados con el texto: “Recuerdo del Club Social Unión de Pilar en conmemoración del 42º aniversario del inicio de la guerra de Malvinas”.
Los militares a su turno, agradecieron el gesto de las autoridades del club, muy emocionados por el tributo que recibieron de una institución de la sociedad civil pilarense por su desempeño en la guerra de Malvinas.
El brigadier Horacio Mir González fue capitán de la Sexta Brigada Aérea con base en Tandil, de los aviones caza Mirage M5 Dagger. El 6 de abril de 1982 su brigada fue movilizada a la Base Aeronaval Río Grande en Tierra del Fuego, desde donde se realizaron temerarias y heroicas misiones en defensa de nuestras islas, sobre todo contra la poderosa armada inglesa.
Por su parte, el coronel José Sosa fue oficial logístico en el Regimiento de Infantería Mecanizada 6 con asiento en Mercedes, unidad que fue movilizada a Malvinas el 13 de abril de 1982.
En tanto, el general Rodrigo Alejandro Soloaga fue subjefe del Escuadrón de Caballería Blindada 6. Llegó a Malvinas el 16 de abril de 1982. Se mantuvo con sus hombres en reserva en la zona de Moddy Brook. Sobre el final del conflicto fue movilizado para participar de la defensa de Puerto Argentino ante el avance de los ingleses en las islas. Fue destinado luego a Monte Longdon en la zona llamada Wireless Ridge, resistiendo el avance inglés junto a sus soldados. Durante los duros combates murieron seis de sus hombres.
Al igual que en Longdon, en Wireless Ridge se llevaron a cabo los combates finales de la Guerra de Malvinas. Los soldados argentinos entre los que se contaba el general Soloaga, resistieron hasta donde pudieron el avance de la infantería británica, apoyada por fuego de artillería y bombardeos desde las costas malvinenses. Tras tres días de combate casi ininterrumpidos, los británicos llegaron finalmente a Puerto Argentino.
Finalizada la guerra, Soloaga fue condecorado con la “Medalla de la Nación Argentina al valor en combate”. El galardón es la segunda más alta condecoración militar otorgada por la República Argentina, reconociendo la actuación del militar en la Guerra del Atlántico Sur, “por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria”.
Tras el final de la contienda, Soloaga, ya como mayor, dirigió el Escuadrón de Caballería Blindada 10 con sede en La Tablada, compartiendo el mismo predio con el Regimiento 3. El 23 de enero de 1989 este regimiento fue atacado por guerrilleros del Movimiento Todos por la Patria, al mando de Gorriarán Merlo. El entonces mayor Soloaga combatió con sus hombres en la recuperación del casino de sub oficiales y en otros tiroteos con los subversivos. Estuvo toda la noche de guardia hasta el día siguiente en que se rindieron los guerrilleros.
Oscar Mascareño
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