El fuego lo despojó de gran parte de sus pertenencias, incluida la bicicleta con la que hace décadas salía a vender churros y la cocina. Los vecinos juntan elementos para que pueda reiniciar su vida.
Daniel Oscar “Willy” Casco es un panadero muy querido en las localidades de Manuel Alberti y Del Viso, ya que desde hace décadas recorre las calles con su bicicleta ofreciendo churros.
Sin embargo, el martes una noticia sacudió a ambas comunidades: un incendio había consumido gran parte de la vivienda de Willy, en Manuel Alberti. “No sé quién de los vecinos prendió fuego en su terreno, y el mismo arruinó la casa, el auto, la moto, absolutamente todo”, explicó Willy en diálogo con Resumen.
Las publicaciones en redes sociales no se hicieron esperar y en distintos grupos de Facebook cientos de vecinos comenzaron a solicitar ayuda para que él pudiera volver a poner su vida en pie. “Ahora estoy cayendo de lo que pasó, en el pánico no pude pensar. Me estoy dando cuenta de todo lo que tengo que hacer. Primero, pondré el agua porque cuando llegó el fuego al auto, tuve miedo de que explote y mate a los bomberos que estaban trabajando. No podía pensar, pero se quemó la bomba centrífuga, la cañería”.
Lo primordial son tirantes, chapas, cemento, cal, arena, ladrillos y otros materiales de construcción pero también, necesita electrodomésticos ya que su cocina fue destruida por completo. “Los 10 por 10 metros que fueron consumidos por el fuego”, agregó.
La tristeza se nota en su voz mientras habla, porque debido al incendio ha perdido sus elementos de trabajo: su famosa bicicleta con la que recorría los barrios vendiendo, aquella por la que era reconocido por los vecinos, ya no está.
“Tengo que empezar de cero. Me encuentro en un lugar de impotencia, la bicicleta de repartos se consumió. Me quedé sin trabajar por esta desgracia, pero intentaré reparar una bicicleta vieja para poder volver”, contó.
Por más de 20 años vendió en las calles, aunque también vendía para una fábrica sus famosos churros pero, sin bicicleta y sin cocina para poder realizarlos, se ha quedado sin nada. “No tengo cocina, mesada, garrafas, muebles, mesas, sillas. Tenía todo y ahora, lo perdí todo. Son más de 15 años de esfuerzo, trayectoria acá, tratando de ganarme el pan decentemente”, repasó.
Sin su trabajo diario y viendo la realidad que le toca admitió que a pesar de todo, está agradecido. “No tengo una entrada de dinero, estoy cayendo en lo que pasó. Todo vale, sea azúcar, yerba, las cosas cotidianas de la vida. Muchos se acercan y me ofrecen cosas simples, y estoy agradecido”, añadió.
En su vida, ha ayudado siempre a quien lo necesitó según relata, y afirma que “va a seguir haciéndolo” aunque ahora le toque a él ser quien necesite una mano. “Sería una bendición que Dios me pueda sorprender, porque sé que puede sorprendernos. Los valores son todo lo que tenemos. Gente que no conozco me manda azúcar, papel higiénico, yerba, que serían mil pesos en el supermercado y al no trabajar, es difícil”.
“Estoy agradecido de que hayan aparecido ángeles para mí, porque muchas personas me han llamado con palabras de afecto, recordando cuando pude ayudarlos. Pero hoy vienen ellos a ayudarme y eso me llena el alma. Es un momento difícil, pero hay que seguir peleando”, cerró.
En caso de tener elementos para donar, dirigirse a Misiones 1743 –corta con Cattaneo– o comunicarse al 02320-15-4510861.
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