Luciano Gómez es un vecino de Presidente Derqui, periodista de profesión y que desde hace 16 años viene peleando con la prepaga Medifé para poder llevar adelante las terapias y el tratamiento que disponen los médicos.
“Lucho” padece una cuadriparesia espástica, producto de una parálisis cerebral que tuvo al nacer (lo hizo con apenas cinco meses de gestación) y durante toda su vida ha llevado adelante un estricto tratamiento que ha tenido resultados positivos.
La legislación vigente en la materia, obliga a las personas con discapacidad a presentar todos los años un plan de tratamiento para poder continuar con las terapias indicadas por los profesionales.
Y a principios de 2025, Luciano se topó con una nueva barrera interpuesta por Medifé. Algo que, a pesar de los inconvenientes que debió superar año a año, terminó siendo una traba novedosa.
“Ellos me han autorizado un tratamiento de equinoterapia con un valor que no corresponde a la totalidad de la sesión. Hemos ofrecido un nuevo prestador, otro tipo de alternativa, pero nos dijeron que no a cualquier propuesta planteada y pretenden que la diferencia la pague yo pero eso no está dentro de mis posibilidades económicas ni tampoco corresponde a la ley vigente”, explicó Gómez.
El vecino contó que “hago equinoterapia desde hace cuatro años pero este problema lo venimos teniendo desde octubre del año pasado. Esto es porque la auditoria médica nos contesta que deben contemplarse los aumentos trimestrales porque los costos del sector se dan por IPC, que no corresponde al costo del mantenimiento de la terapia”. “En octubre pude seguir con la terapia porque el lugar al que voy me lo condonó y en enero me dijeron lo mismo. Es la primera vez que me niegan una cobertura, habiendo presentado notas y explicado que no sabía de la condonación”.
Ante el reclamo, desde Medifé solo respondieron remarcando que la propuesta presentada por la prepaga había sido aceptada por el vecino. “Es verdad, yo lo acepté pero hubo una coerción porque sino aceptas no te autorizan el transporte o no te autorizan otras terapias. Es la primera vez que tiene una postura inflexible que ha hecho, inclusive, que yo haya tenido que renunciar a la orden original del médico que eran tres sesiones para poder continuar”, relató.
“Yo tengo que seguir con el resto de las cosas, no puedo esperar sus tiempos o hacer lo que quieren. Es raro, llevo 16 años en la prepaga y nunca me pasó esto. No está bueno. Esto no me divierte, es un trastorno pero no puedo dejar la equinoterapia porque le hace muy bien a mi cuerpo”, agregó, al tiempo que subrayó que “no tengo conocimiento de que esta situación la esté sufriendo otra persona”.
En cuanto a la importancia de la equinoterapia en su tratamiento, Gómez indicó que “yo a los 30 años cambié la forma de caminar. Empecé a usar valvas articuladas, se empezaron a activar los aductores y la zona muscular que nunca había trabajado y la equinoterapia, junto a las otras terapias, es la ideal para trabajar esa zona. Ellos lo ven como complementario, que no deja de ser cierto, pero hace cuatro años que lo autorizan y entonces es raro que ahora no quieran”.
Tras una serie de nuevas publicaciones en sus redes sociales para dar a conocer la situación, Gómez se volvió a presentar en las oficinas de Medifé acompañado por algunos medios locales y recién entonces recibió alguna respuesta: “recién hoy por toda esta movida, me dicen que hay un subgerente pero no pude hablar”. “No tengo nada que esconder, siempre fui honesto y no voy a claudicar. No me puedo estar peleando todo el tiempo con todo el mundo ni dejar que mi cuerpo se deteriore por un capricho”, completó.
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