Jueves 23 de Octubre de 2025

Una zorra y sus crías, las nuevas vecinas de Rocíos del Pilar

Un video grabado por una vecina muestra a una zorra junto a sus crías jugando y descansando en una zanja del barrio. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron, despertaron ternura entre los vecinos y reavivaron el debate sobre la presencia de fauna silvestre en zonas urbanizadas.


  • Jueves 23 de Octubre de 2025
Zorros Rocío del Pilar


Una escena tan inesperada como conmovedora sorprendió a los vecinos del barrio cerrado Rocíos del Pilar, donde una zorra fue filmada amamantando y jugando con sus crías en una zanja, en plena tranquilidad, como si se tratara de una familia disfrutando de la tarde. El video, captado por una vecina y difundido en redes sociales, rápidamente se viralizó y despertó ternura y curiosidad entre los usuarios.

En las imágenes se observa a la madre y sus pequeños retozando entre el pasto, en un entorno verde y silencioso, muy cerca de la zona de Golfers, donde estos animales suelen desplazarse libremente. Lejos de tratarse de una presencia extraña o invasora, los especialistas explican que los zorros son parte del ecosistema natural de Pilar y de gran parte del norte bonaerense.

“Estos animales no llegaron de otro lado; siempre estuvieron acá. Lo que ocurre es que ahora los vemos más porque los barrios y las urbanizaciones avanzaron sobre su hábitat”, explicó Cristian Gillet, director de Operaciones Zoológicas de Fundación Temaikèn a La Nación. Según el experto, los zorros pampeanos —una especie protegida por la Ley de Fauna Silvestre— no representan un peligro para las personas, salvo que sean acorralados o se los intente capturar.

En los últimos años, Pilar se convirtió en escenario de recurrentes avistamientos de zorros en parques, jardines y caminos rurales, incluso dentro de barrios cerrados. Videos similares al de Rocíos del Pilar circularon en redes desde zonas como Pilar del Este, Highland Park y Haras de Pilar, donde vecinos reportaron haberlos visto merodear, beber agua de las piletas o llevarse objetos pequeños de los tendederos.

Lejos de una invasión, los especialistas aseguran que la mayor presencia de zorros se debe a la expansión urbana y la pérdida de su hábitat natural, que los obliga a adaptarse a nuevos entornos. “Ellos estaban antes que nosotros. No son invasores, somos nosotros los que nos expandimos hacia su territorio”, señalan desde el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires.

Algunos vecinos, como Silvia Bahr, del barrio Los Jazmines, defienden la convivencia: “Acá hay gente que se asusta hasta con una mariposa. Los zorros siempre fueron tranquilos. Yo los veía pasar de noche, buscaban comida y se iban”.

Las autoridades recomiendan no alimentarlos, mantener la basura cerrada, cuidar a las mascotas por la noche y evitar reubicarlos, ya que suelen regresar a su territorio. Si se observa algún ejemplar enfermo o herido, debe notificarse a Zoonosis o a la Dirección de Medio Ambiente municipal.

El video de Rocíos del Pilar no solo conmovió a cientos de vecinos: también sirvió como recordatorio de que la fauna autóctona sigue presente, incluso en los espacios más urbanizados. Los zorros no llegaron para quedarse: nunca se habían ido.

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