Viernes 03 de Octubre de 2025

Trenes Argentinos desplaza a tres gerentes y se profundiza el control de Caputo

Los movimientos en la conducción de la operadora ferroviaria estatal alcanzaron a los responsables de tres líneas. El ministro de Economía avanza en el reemplazo de cuadros técnicos mientras se agudiza la interna por la privatización del sistema.


  • Viernes 03 de Octubre de 2025
Trenes Argentinos

La conducción de Trenes Argentinos volvió a ser escenario de movimientos en su estructura de mando se conoció el desplazamiento de tres gerentes de línea, lo que confirma la profundización de una purga iniciada semanas atrás y que busca consolidar el control político de la compañía bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo.

Los relevos alcanzaron a Juan Carlos Torres, quien se desempeñaba como gerente de la línea San Martín; a Francisco Sebastián Milano, responsable de la línea Belgrano Sur; y a Jorge “Conejo” Barberini, al frente de los servicios Regionales. Los tres habían asumido sus puestos actuales a mediados del año pasado, aunque contaban con trayectoria previa en cargos medios y atravesaron distintas administraciones dentro de la empresa.

En su lugar fueron designados Ariel Rebolini, Matías Cochon y Juan Marega, funcionarios con experiencia interna que ya ocupaban posiciones en el organigrama ferroviario. Sin embargo, la medida fue interpretada puertas adentro como una señal de avance del presidente de SOFSE, el mendocino Gerardo Boschin, quien responde al secretario de Transporte, Luis Pierrini, y a través de él al propio Caputo.

Las razones formales de los desplazamientos se vincularon con supuestas dificultades en el vínculo con los sindicatos, particularmente en medio del conflicto con La Fraternidad, que desde la semana pasada lleva adelante medidas de fuerza y mantiene un clima de tensión con la conducción de la empresa. No obstante, en el interior de Trenes Argentinos la decisión es leída como parte de una estrategia más amplia destinada a reducir la influencia de cuadros técnicos que provienen de etapas anteriores, especialmente aquellos identificados con la gestión de Florencio Randazzo, denominados en el ámbito interno como “randazzismo residual”.

Estos movimientos, sostienen observadores del sector, no pueden separarse del debate abierto en torno a la privatización. Mientras que en el área de cargas ya se han dado pasos más concretos, en el segmento de operaciones el proceso aparece con mayores obstáculos. Allí confluyen la resistencia sindical, la complejidad de la red metropolitana y la presencia de técnicos de carrera que, a ojos del Gobierno, podrían convertirse en un freno a los planes de reforma.

El propio oficialismo reconoce que la privatización de los servicios metropolitanos y regionales genera discusiones dentro del gabinete. Federico Sturzenegger, uno de los principales promotores de la desestatización, cuestiona la supuesta lentitud del proceso y atribuye a Caputo la responsabilidad de esas demoras. Con los recientes cambios, el ministro de Economía busca mostrar iniciativa y transmitir al presidente Javier Milei que está alineado con el objetivo de transformar la estructura ferroviaria estatal.

El reacomodamiento también deja en evidencia la intención de desplazar a figuras con perfil técnico para reemplazarlas por cuadros con mayor alineamiento político. Se trata de una lógica que no se limita al área ferroviaria: luego de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo avanzó en distintos organismos públicos con remociones de funcionarios intermedios, buscando asegurar cohesión en torno al programa de reformas.

En el caso de Trenes Argentinos, los cambios generan preocupación por el impacto que puedan tener en la gestión diaria. Las gerencias desplazadas cumplen un rol central en la coordinación de servicios que movilizan cientos de miles de pasajeros a diario. La incertidumbre respecto de la continuidad de otros mandos medios alimenta un clima de desconfianza que se suma a la tensión sindical y a la incertidumbre sobre el futuro de la empresa.

Lejos de cerrar la disputa, la salida de Torres, Milano y Barberini parece abrir una etapa de mayor conflictividad interna. No se descartan nuevos movimientos en el corto plazo, lo que refuerza la idea de que el proceso de reestructuración recién comienza. Mientras tanto, la discusión sobre la privatización continúa atravesada por diferencias en la cúpula del Gobierno y por el rechazo explícito de los gremios, factores que anticipan un escenario de mayor confrontación en los próximos meses.

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